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Así son las 'Azúcar Moreno' de Vox, la última pesadilla de Irene Montero

Lejos de amilanarse tras los intentos de humillarlas, Magdalena Nevado y Carla Toscano están dispuestas a no darle respiro a la ministra de Igualdad, a la que sacaron de sus casillas.

Macarena Nevado y Carla Toscano

Publicado por
M.V.

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Los aspavientos de Irene Montero defendiendo en el Congreso las medidas del Pacto de Estado contra la Violencia de Género se han hecho tan virales esta semana, como las dos diputadas que provocaron su reacción desmañada criticando el sectarismo propagandístico de sus medidas: las parlamentarias de Vox Magdalena Nevado y Carla Toscano. Y aunque el 'troleo' en las redes ha intentado descalificarlas presentándolas como las "Azúcar Moreno" del partido verde, por sus largas melenas negras y su aspecto racial, ellas no se han amilanado. Más bien todo lo contrario.

Tanto Nevado como Toscano se han mostrado orgullosas de la comparación y han dejado en evidencia el "doble rasero" de la izquierda por mofarse de ellas, pues fueron dos asesores socialistas quienes dieron aire en las redes a la comparación. "Si alguien de Vox hiciera referencia al físico de una mujer o se burlara de su aspecto racial, la izquierda pediría su cabeza", escribió Toscano en su cuenta de Twitter.


Furibunda antifeminista, la diputada por Madrid fue fichada por Santiago Abascal por sus escritos y comentarios en redes sociales contra la ley de Violencia de Género, según recuerda el diario El Mundo. Es abogada y máster en Lingüística aplicada a la enseñanza del español, además de "especialista en ayuda humanitaria", de acuerdo con el perfil que Vox ha publicado sobre ella en su página web. Muy religiosa y aficionada a la fotografía, es madre de dos hijos y de joven fue fotógrafa.

Magdalena Nevado del Campo, en cambio, es más conocida públicamente al forma parte de una conocida familia de Cáceres muy vinculada al PP. Su hermana Elena es abogada y ha sido alcaldesa de la ciudad de 2011 a 2019. También fue senadora y actualmente es diputada de la Asamblea de Extremadura.

Muy beligerante contra el aborto

Magdalena también estuvo afiliada durante más de dos décadas a los populares, pero acabó marchándose al partido de Abascal, cansada de la tibieza de los populares en cuestiones como el aborto, asunto en el que siempre ha sido muy combativa.

Conoce muy bien su tierra, tras recorrer cientos de kilómetros por su trabajo como visitadora médica y farmacéutica. Y en su labor política, su capacidad de trabajo y su recio carácter le ayudaron a capear los conflictos internos de Vox en Cáceres -asegura que fue víctima de un "montaje" al salir a la luz unas grabaciones en las que acusaba a sus compañeros de 'mariconear'- y conquistó su ansiado escaño en noviembre, después de una primera intentona fallida en las elecciones anteriores.

Celebró su victoria bailando el pasodoble Soy español, de José Manuel Soto, con su marido, el ganadero extremeño Fernando Cid de Rivera, integrante de una conocida familia propietaria de una finca famosa por sus monterías.