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¿Quién se alegra de las decisiones de Marlaska? Beaumont le hunde con evidencias

La última víctima del sectarismo propio del sanchismo de “matar a quien no se preste a ser mera correa de transmisión ideológica” ha agotado la paciencia de la Guardia Civil, que ya no calla

La Guardia Civil denuncia los desprecios de Marlaska desde que llegó.

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I. D.

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Otra institución queda como un espejo roto en manos del Gobierno después de que "un juez metido a político ocasional" haya tumbado la carrera de uno de los manos más respetados de la Guardia Civil.

Esta es la conclusión a la que llega este martes Antonio Martín Beaumont en su artículo de La Razón después de que Diego Pérez de los Cobos se haya convertido en la última víctima del sectarismo propio del sanchismo de “matar a quien no se preste a ser mera correa de transmisión ideológica”.

A su juicio, es evidente que Fernando Grande-Marlaska ha desairado a una Benemérita "indignada hace tiempo por las muestras de desprecio del ministro del Interior".

Porque llama la atención que el fulminante relevo de quien fuera mando único durante el procés haya coincidido con el momento en el que las pesquisas sobre las manifestaciones del 8M y su impacto sobre expansión del coronavirus estrechaban el cerco tanto sobre el delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco y sobre el doctor Fernando Simón.

Tampoco pasa desapercibido que el relevo haya llegado horas después de conocerse el malestar en el seno de la Guardia Civil por el desmedido blindaje al chalet de Pablo Iglesias por las caceroladas ciudadanas de protesta.

Así, el director de ESdiario señala que altos mandos del instituto armado denuncian de forma confidencial que Marlaska, "en sus dos años de mandato, nunca se ha prodigado en gestos de cercanía hacia la Benemérita". Todo lo contrario, hasta debutó fulminando al coronel Manuel Sánchez Corbí, jefe de la UCO y uno de los iconos del Cuerpo en la lucha contra ETA, porque no le gustó que denunciara el ahogamiento financiero de sus hombres.

Ahora desde la cúpula de la Benemérita se dice que Marlaska ha depurado a Pérez de los Cobos "porque no reportaba al minuto los avances de su investigación". Y luego hay otros que se indigan al ver en el cese un guiño a los socios secesionistas de Sánchez, que jamás digirieron que parara los pies a los máximos dirigentes de la rebelión independentista.

No puede ser casualidad, concluye Beaumont, que cuando el ministro socialista purgó a Sánchez Corbí brindaran en Bildu y ahora lo hagan en ERC: "debería hacerse mirar quiénes son los que se alegran con sus decisiones".

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