Calderón asusta a los votantes de Sánchez con sus "cuatro bajas" más alarmantes
Llegó al poder en sus lomos y sobre ellos pretende acabar la legislatura pero el beneficiario de sus votos puede provocar más de una pesadilla y no solo en su electorado. El malvado perfecto
Este lunes César Calderón reflexiona en VozPópuli sobre la polarización asegurando que "acuciado por sus propias urgencias, el nuevo Partido Socialista de Pedro Sánchez llegó a la conclusión de que solo mediante la polarización era posible conseguir el gobierno y mantenerlo".
A su juicio, la propuesta era sencilla: "solo será posible movilizar permanentemente a un electorado progresista culturalmente crítico y políticamente perezoso mediante la construcción de un villano de serie B. Un malvado perfecto".
A saber, "un antagonista tan perfectamente siniestro y perverso que sirviera para ganar la batalla cultural, convirtiendo al históricamente crítico ciudadano progresista en una especie de groupie descerebrada ajena a cualquier crítica gracias al miedo".
No contento con eso, había que que convertir a los "ciudadanos en fanboys, a los militantes en palmeros, a los cuadros políticos en diletantes obsecuentes y a la sociedad civil en algo parecido a sindicatos peronistas".
El caso es que Sánchez llegó al poder a lomos de esa polarización y pretende llegar al final de la legislatura gracias a ella, pero Calderón advierte de un inquietante catálogo de bajas, según el cual "el PSOE ha dejado de existir como organización política plural y se ha convertido en una mera proyección holográfica de la cambiante y contradictoria personalidad de su líder"; "la izquierda política y social han desaparecido del debate público"; "se ha centrifugado a cualquier militante o cuadro capaz de cuestionar esta estrategia" y "la discrepancia se castiga con el destierro y la muerte civil".
Con este panorama tan desolador sobre la mesa se hace una pregunta que mete el miedo en el cuerpo a más de un votante español: "¿Qué sucederá cuando se constate que la polarización política por su propia esencia solo puede tener un beneficiario, y que no es otro que el nacionalpopulismo?".
Concluye el periodista advirtiendo de que "si esto sucede, no quedará nada para hacerle frente, solo un inmenso vacío político, ideológico y social, que ocupará el lugar donde antes se encontraba la izquierda".