El ataque furibundo de Pilar Rahola a Junqueras sacude la cárcel de Lledoners
La expolítica y periodista está enfadada, muy enfadada. Por la "cacería" que según ella se ha reactivado con más fuerza que nunca contra Puigdemont y porque cree que el de ERC tiene que ver.
Quién sabe si este verano veremos nuevamente a Carles Puigdemont, Pilar Rahola y el resto de la troupe de día de campo y paella. De ser así, tendrá que ser en Bruselas.
De momento la musa independentista está enfadada. Mucho. Muchísimo. Enfadada con el trato que el independentismo malo está dando al prófugo.
Denuncia Rahola en La Vanguardia que el expresidente de la Generalitat es "la pieza mayor de una cacería que empezó en el 2017 y que ahora se ha activado con más fuerza que nunca". ¿Por qué? Porque la periodista ya le ve como el ganador de las próximas elecciones catalanas pese a las encuestas, que sitúan por delante a ERC.
"Las balas disparan en todas direcciones: los que le perdonan la vida desde un paternalismo presuntamente cómplice, la mayoría de ellos huidos de la esfera independentista por miedo, estatus, desazón profesional, comodidad...; los que lo acusan de irresponsable, convertida la causa del 1 de octubre en una especie de hormonación adolescente que hay que superar, ahora que volvemos al sentido común y a la madurez; y los que directamente lo difaman con todo tipo de mentiras, y menosprecios, y un retrato de loco del pueblo al que hay que aislar y encerrar detrás de los barrotes", escribe.
Se queja Rahola de que mientras Oriol Junqueras recibe un trato exquisito por parte de la prensa -independentista, se entiende-, a Puigdemont lo dibujan como un "loco del pueblo al que hay que aislar y encerrar detrás de los barrotes". Como "un personaje estrambótico, perdido en un exilio menospreciado, y secuestrado por quimeras fútiles".
"¿Por qué? ¿Porque Junqueras es más brillante, más líder, más político, más eficaz? ¿Todos los que lo elogian y lo sitúan en el podio de los escogidos, lo hacen porque han descubierto la luz de su sabiduría, o porque creen que ha renunciado a confrontarse con el Estado? Es decir, lo salvan no porque lo respeten más, sino porque lo tienen más controlado", avisa.