Cerrar

La Reina Letizia se "cambia de bando" después del "maltrato televisivo"

El periodista José Alejandro Vara señala que el terremoto de la tocata y fuga del Emérito y el visceral ensañamiento con la Corona desde el mismo Ejecutivo ha sacado a la luz un hallazgo.

El renacimiento de la Reina Letizia en tiempos difíciles.

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Mientras los análisis y columnas de opinión siguen centrados (con permiso de Cayetana Álvarez de Toledo) en la crisis de la Corona y el destino elegido por Don Juan Carlos para dejar España, este miércoles José Alejandro Vara centra su tribuna de VozPópuli en la figura de la Reina Letizia.

Porque, a su juicio, "le hicieron el traje de la bruja del cuento. Personaje antipático, altivo, manipulador. Letizia Ortiz no tuvo fácil su aterrizaje en La Zarzuela" aunque "nadie dijo que pasar de meritoria periodista televisiva, hija de sindicalista y nieta de taxista, a Reina de España fuera una aventura sencilla".

Por no hablar de que "un suegro hostil y unas cuñadas inhóspitas poco colaboraron en el endiablado tránsito".

Aunque pese a todo, arrancó bien, "con prudencia contenida, en su asumido papel de pieza discreta" el asunto se torció y se acercó "demasiado al precipicio" cuando "Urdangarin y el caso Nóos tensaron las costuras internas de la familia".

El caso es que "le llovieron críticas y reproches. Le inventaron historias" y con su familia política en contra y el Rey ofuscado por el devenir judicial de su hermana, "se refugió en su círculo de antiguas compañeras del oficio, sumamente progresistas" y blindó su agenda "con un espacio privado, hermético e ignoto. La antítesis de la transparencia. Ejercía de Reina de lunes a viernes, como un empleado de banca o un funcionario del catastro".

Se le recriminó también "su obsesión por ocultar a Leonor y Sofía. Apenas se las mostraba en Navidad, en el posado mallorquín y al comienzo del curso escolar".

Pero para Vara "todo ha mutado con la pandemia. Todo ha dado un vuelco tan superlativo que parece que nos encontramos ante otra Reina. Han pasado demasiadas cosas y demasiado graves en muy poco tiempo", sobre todo "el terremoto de la 'tocata y fuga' del Rey Emérito" y "el visceral ensañamiento con la Corona desatado desde el mismo Ejecutivo".

Así, destaca, "la metamorfosis de Doña Letizia se ha acompasado a esta espídica aceleración de acontecimientos". A saber; "el luto, la ropa oscura, la exhibición de las canas, el maquillaje apagado han sido la norma en el look de la Reina en las semanas de confinamiento, encerrada en Palacio, siempre junto al Rey, en ese segundo plano tan inusual".

Luego tocó luego el fatigoso recorrido por España, necesario a pesar del "maltrato televisivo público": "Plaza a plaza, pueblo a pueblo, se nos mostraba una Reina de gesto austero, silenciosa, amable, casi humilde, ajena a ese permanente estado de tensión tan enojoso y tan suyo...".

El periodista hace hincapié en "las hijas": "la revelación de estos tiempos. La Princesa Leonor ejerciendo de heredera al recordarle a su padre que iba sin mascarilla. O sentada a su derecha en un desplazamiento en auto por Mallorca". O la Infanta Sofía, gran hallazgo de personalidad firme y decidida, con su lesión de rodilla y la muleta en ristre, apoyada en su hermana, la futura Reina.

Vara lo tiene claro: "Princesa e infanta, dos revelaciones, dos muestras de un trabajo bien hecho, dos condecoraciones a la labor materna" que empiezan a plasmarse en las encuestas, donde ya se trata bien a la Reina.

Por eso concluye que "ahora que la Corona peligra, que la continuidad dinástica se tambalea, que un Juan Carlos encorinado y burlón se mofa de todos desde su refugio árabe, que Sánchez quiere ocupar la plaza de jefe del Estado, la gran noticia para para la Institución ha sido el espectacular renacimiento de Doña Letizia, el inesperado hallazgo de una Reina distinta y luminosa".

Porque, aunque "siempre estuvo allí pero no siempre se supo".