Cayetana confiesa el elogio de Gabriel Rufián que mejor la describe
La exportavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados está meditando si continúa en la Cámara Baja o si renuncia a su escaño.
Cayetana Álvarez de Toledo ha pasado por los micrófonos de Herrera en COPE tras su fulminante cese como portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados. Una destitución que, al igual que dijo la semana pasada a las puertas de la Cámara Baja, obedece "a un cambio de criterio" del líder del PP, Pablo Casado.
Álvarez de Toledo, que insiste en que "el pensamiento propio o la libertad no es indisciplina" y que "la discrepancia no es deslealtad", asegura que cuando Casado la fichó para encabezar la candidatura del PP para las elecciones generales, le pidió "que actuará con la máxima libertad en la lucha ideológica contra la izquierda".
"Yo he hecho muchas afirmaciones heterodoxas, pero francamente no encuentro qué posiciones que yo defienda pueden ser incompatibles con posiciones del Partido Popular", añade la exportavoz popular en el Congreso.
Sobre el giro al centro en el PP que algunos ven en la decisión de Casado respecto a Cayetana, está última afirma que "la vieja yenka del centro derecha es un drama. El centro y la moderación no lo define ni el nacionalismo ni la extrema izquierda". De ahí que haya abogado por acabar con "ese tabú" para que los conservadores puedan "ejercer con más libertad y mucho menos miedo".
Aunque está "apenada en lo personal", Álvarez de Toledo asegura que no puede desanimarse políticamente porque "España está al borde de una depresión profunda, de una etapa de postración y tenemos la obligación de sortear esta decadencia".
En este sentido, la exportavoz del PP en la Cámara Baja ha revelado que al propio Casado le dijo que "hay una nación huérfana" esperando su liderazgo en la gran batalla política "por el espacio de la razón española, que va más allá del centro derecha en sí".
Para Cayetana, hay un "terreno fértil" para lograr ese objetivo y también para echar abajo el mito de la superioridad moral de la izquierda: "La batalla cultural".
¿Dejará el escaño?
Tras su cese, Álvarez de Toledo tendrá más dificultades para hacer apostolado de esa batalla ideológica, pues ahora queda como diputada rasa. ¿Por cuánto tiempo? Tal y como le ha confesado a Carlos Herrera, mantener o no su escaño en el Congreso es una decisión que está "meditando". Y en esa reflexión está pesando "el compromiso con los 280.000 catalanes que votaron al PP en las elecciones generales. Esos catalanes, con la doble pandemia, nacionalista y la vírica, merecen especial cuidado, protección, amparo y representación".
Su relación con Casado
Cayetana Álvarez de Toledo ha señalado que desde su cese, no ha vuelto a hablar con Casado. Pero la diputada ha querido dejar claro que "esto no va de relaciones de amistad. Esto es política y son discrepancias políticas, en este caso profundas, que dejan huellas y heridas en lo personal".
"Pablo Casado y yo hemos tenido una relación muy cálida y estas cosas enfrían las relaciones y las dificultan. Espero que en lo personal no queden heridas, aunque ingenua no soy", ha apuntado la exportavoz de los populares en el Congreso.
Esta última también ha reconocido que con su cese se siente "liberada" de la "labor de zapa" que le hicieron algunos desde dentro del PP: "Fueron haciendo un intento de arrinconarme, limitando mi expresión política dentro del Parlamento. Eso es muy pesado de gestionar".
Pese a ello, Cayetana Álvarez de Toledo se ha mantenido firme en sus convicciones. Y, en este sentido, ha recordado el elogio que le hizo el portavoz de Esquerra en la Cámara Baja: "Fue una Junta de Portavoces. El señor Rufián afirmó que 'Cayetana es inasequible al desaliento'. Y yo le dije, 'pues sí'".