Beaumont enfrenta a Sánchez a la "cruel realidad": la otra prioridad de Iglesias
El problema es que la indignación ha dado paso a otro sentimiento mucho más peligroso entre los españoles y que después de tanta propaganda ha llegado el momento de tomar medidas drásticas.
Antonio Martín Beaumont.
Por desgracia, la situación vuelve a ser crítica con rebrotes por todo el país y este miércoles Antonio Martín Beaumont echa mano de su columna en Diario de León para recordar el "discurso victorioso" de Pedro Sánchez antes del verano pese al "riesgo de desatar precipitadamente el optimismo": un "llamamiento presidencial a "disfrutar de la cotidianeidad" como si tal cosa que "no ayudó a la lógica contención de la pandemia".
Después, se echó la culpa a los "inciviles" de los excesos que coparon las televisiones pero la figura de Sánchez ha quedado marcada y salpicada de "cicatrices por una gestión llena de incompetencia, de palos de ciego, batallas internas, comparecencias retóricas…".
Beaumont tiene claro que "la cruel realidad mostraba la devastadora fotografía de la ineficacia oficial arrasada por la enfermedad" pero Sánchez "vio como única posibilidad de exoneración echar en manos de las Comunidades Autónomas la responsabilidad de atajar la propagación de la plaga".
Y todo ello además cuando "las autonomías no tienen ni los instrumentos legales necesarios ni los materiales que tantas veces han reclamado". En resumen, "una renuncia en toda regla a ejercer el liderazgo y la coordinación imprescindible en el país de Europa con mayor número de contagiados; el timo del tocomocho envuelto en papel de "cogobernanza". Un remedo destinado a diluir responsabilidades y restaurar el tinglado sanchista". Porque, aclara el director de ESdiario, "para Sánchez, lo más importante es Sánchez".
Concluye que frente a tanta propaganda es hora de una evaluación "experta e independiente" para sacar conclusiones porque "no es posible seguir tropezando con la torpeza".
No en vano "la indignación hace tiempo dejó paso al miedo" porque España se siente en las peores manos posibles por la dejadez de Sánchez ante un drama que parece inabarcable mientras Pablo Iglesias confiesa como prioridad restaurar la República... Vamos, que "la casa amenaza ruina y al Gobierno le interesa mirar para otro lado".