Sonsoles Ónega se une a un grupo de 100 personalidades en defensa del Rey Felipe
La periodista progresista no ha dudado en adherirse a una ola que incluye a deportistas, filósofos, comunicadores, empresarios y un largo listado de celebridades.
Sonsoles Ónega, con su padre, Fernando
La presentadora de “Cuatro al Día”, Sonsoles Ónega, es una de las cien celebridades de distintas disciplinas que el periódico ABC ha juntado este domingo para salir en defensa del Rey Felipe en la víspera de la simbólica Fiesta Nacional y en respuesta al acoso político que sufre desde incluso parte del Gobierno, con Podemos al frente.
La comunicadora, tradicionalmente al ámbito progresista, aparece en un especial titulado “Cien voces en defensa de la Monarquía” junto a Paco Buyo, Carlos Herrera, Andrés Calamaro, Ana Rosa Quintana, Fernando Savater o, entre muchos otros, Lorenzo Silva.
“Mi generación tiene argumentos para sentir una orfandad política que, a mi juicio, suple la Monarquía con su garantía de neutralidad. Con la polarización que existe, esa neutralidad en la jefatura del Estado no es que sea necesaria, es que es imprescindible. Y ningún otro modelo o forma de gobierno es capaz de ofrecerla. La referencia de una Jefatura de Estado que no participa del cortoplacismo de los partidos es una garantía de estabilidad”, dice la periodista, a quien se adjudica una amistad muy cercana con la Reina Letizia.
La estabilidad de la Corona
En el documento también abundan empresarios de primera fila, como el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán: “En un contexto como el actual, que precisa de la colaboración y actuación conjunta de todos los actores institucionales, económicos y sociales, el apoyo y lealtad a los principios constitucionales y a la figura de S.M. el Rey Felipe VI es clave”.
Del mundo de la ciencia, el pensamiento, la cultura y el arte también hay un buen número de representantes, con un mensaje coral que se resume en las palabras de Savater: “La monarquía es hoy una pieza mayor de nuestro orden constitucional. No puede ser cuestionada pacíficamente más que de acuerdo con la propia normativa planteada por la Constitución. Los ataques que viene padeciendo por parte de los elementos más indeseables del paisaje político son la mejor razón para no manosearla a la ligera”.