ESdiario

Los dos regalos de Pau Dones

Pau Donés, el mismo que hace 18 años le abrió la puerta de la fama, le concedió a Jordi Évole su despedida y su legado. Una entrevista con la que el cantante ha emocionado a todos.

Pau Donés

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Su amistad se fraguó en 2002, en el programa de Buenafuente. El Follonero, un extraño personaje, de aspecto aguileño, recortado, enfundado en una chupa de cuero negra, increpaba a Pau Donés en catalán desde el público. "¿Eso qué es, el disco nuevo? ¡Es lo de siempre, hombre!". Donés sonreía abochornado, aferrado a su guitarra, atento a lo que le estaba pasando. "¡Cuarenta años haciendo lo mismo! Desde La flaca que no haces nada, tío. Bonito, Depende, ¡es lo de siempre, tío! Jarabe del mismo palo, Pau, lo digo por tu bien". Donés aguantó estoicamente aquella embestida. "El inicio de una gran amistad". Y de una gran despedida.

El Follonero aliñó la fama de Jordi Évole. Al sobrino lejano de Jordi Hurtado el personaje y sus zapatiestas desde las gradas pronto se le quedaron pequeñas. Évole pasó de ser un tocapelotas a tocarlas en todas y cada una de sus entrevistas.

No me atrevo a despreciar los 11 años de entrevistas que nos ha regalado el ex Follonero. Ha conseguido momentazos inolvidables. Sólo él puede presumir de haber entrevistado al Papa Francisco I, a Villarejo, a Maduro, a Jordi Pujol, a Julian Assange o a un etarra arrepentido.

Trece temporadas parece que agotaron el producto. Quiso darle una vuelta a Salvados y se enfrascó en Lo de Évole. Con la mano en el corazón, no es más (ni menos) que la sombra alargada de Salvados aderezada con una pizca de ego. Hoy a su apabullante currículo Jordi Évole añade Eso que tú me das, la última entrevista de Pau Donés, quince días antes de morir.

La entrevista vio la luz en el pasado Festival de Cine de Málaga y se estrenó en salas de cine el 2 de octubre de la mano de Warner Bros Pictures España. Producida por Atresmedia y Producciones del Barrio, Eso que tú me das es una lección de vida, una lección de muerte, una lección de generosidad de una persona especial, alguien que supo amar la vida y que, llegado el momento, no quiso irse sin dejar un testimonio de agradecimiento. Una lección de entereza y honestidad que, con la mano en el corazón, no entiendo por qué ha saltado a la gran pantalla en lugar de abrir la nueva temporada del programa. Lo sé, la recaudación (lo que corresponde a los productores) irá destinada a la investigación de la lucha contra el cáncer.

Llevo días dándole vueltas a esta idea, puesto que el reparto de la taquilla española suele ser más o menos igual para todas las películas La sala de cine liquida al distribuidor aproximadamente un 40% de la taquilla bruta, en función de los acuerdos de cada distribuidor. De ese 40% que le corresponde, la distribuidora deduce su comisión (entre un 10% y un 30%); con lo que queda, cubre gastos de la campaña de publicidad (que en una película con aspiraciones comerciales puede oscilar entre 400.000 y 1,5 millones de euros), de manera que, con los primeros tramos de taquilla, el productor de la película no obtiene ningún beneficio. Para conseguirlo, una película tiene que llegar a unas cifras de recaudación considerables. En esas ando, ya podemos ir al cine en tromba si queremos que la investigación de la lucha contra el cáncer que lleva a cabo el VHIO, Vall d’Hebron Institute of Oncology de Barcelona reciba la parte que merece.

Desde que se estrenó ha formado parte del podio de las favoritas y su recaudación ronda ya el millón de euros.

Cierto es que el público ha arropado este capítulo televisivo de Salvados en las salas de cine. Desde que se estrenó ha formado parte del podio de las favoritas y su recaudación ronda ya el millón de euros. No es para menos. Necesitamos más lecciones como las que nos deja Pau Donés.

Arranca Évole preparando al espectador para lo que se va a encontrar y lo hace de manera soberbia. A pesar de la que vida y la muerte son una misma cosa, donde hay vida también hay muerte, no nos enseñan a afrontar las despedidas y mucho menos a mirar de frente el deterioro físico. Évole utiliza el camino hacia la casa del cantante como metáfora de la vida, al tiempo que se escucha una conversación telefónica con la doctora que sirve de ejercicio para cosechar el nervio y la garra necesarios para toparnos con un moribundo lleno de vida. Pau Donés rezuma vida.

En cinco minutos se te olvida la degradación provocada por la enfermedad. Su sonrisa, su mirada y su discurso trasladan al espectador a otro lugar, al del aprendizaje. Porque si algo ha conseguido Donés con esta lección es recordarnos lo que de verdad importa en esta vida. El aquí y el ahora, no hay nada más.

"Si pudiera pediría 15 años más, llegar hasta los 70". Confiesa que tenía la intención de volver al escenario.

En los 70 minutos de programa, de la manera más intimista, repasa la infancia, lo que supuso la pérdida de su madre, como vivió la explosión de la fama, la paternidad, sus sentimientos. "Yo soy músico y te puedo decir que te quiero con una canción como Agua. Mi hija me ha enseñado a querer, me ha enseñado a decir te quiero mirándote a los ojos, me ha enseñado a tocarnos, a besarnos…". Consciente de que ha disfrutado la vida a tope, muestra Pau sus ganas de vivir, de llorar, de reír. Respira y cierra los ojos para sentir el aire rozando su rostro. "Si pudiera pediría 15 años más, llegar hasta los 70". Confiesa que tenía la intención de volver al escenario. "Cinco conciertos solo. No ha podido ser. ¡Hubiera sido la hostia!", exclama.

En su línea tocapelotas, "ahora que ya todo le da igual", Évole le pide que confiese qué músico le cae mal. "¿Por qué no le damos la vuelta?", contesta dando una bofetada sin manos. "He conocido a mucha gente gracias a mi profesión. Me quedo con Celia Cruz, de la que aprendí la importancia que tiene la humildad en esta profesión (en todas añadiría yo), de Antonio Vega aprendí a escribir canciones". No busca Pau dejar un regusto agrio con su legado, por eso recalca más de una vez: "No odiéis. Si hay algo que no te gusta, déjalo de lado. No nos odiemos, el odio lleva a las peleas".

Sentencia tras sentencia, Donés, el mismo que hace 18 años le abrió la puerta de la fama, le regala su despedida a Jordi Évole. "Me muero y quiero que me hagas la última entrevista". Ahora ya es nuestra, como sus canciones y su recuerdo.

tracking