Beaumont avisa: guionistas de Sánchez detectan la ventaja de Vox sobre Casado
Los estrategas de Pedro Sánchez han detectado algo que no parecen dispuestos a desaprovechar e intramuros de La Moncloa aún tienen entre manos otro pronóstico de estallido que daña a Casado.
En un escenario endiablado, en el que con tres fuerzas disputándose un mismo electorado parte de sus papeletas nunca logrará rentabilizarse, tal dispersión de voto garantiza la salvación de "bloque Frankenstein", como se conoce al Gobierno de coalición de Pedro Sánchez gracias no solo a Podemos sino a las fuerzas independentistas.
Y es aquí donde, tal como recalca Antonio Martín Beaumont en su columna de Diario de León, irrumpe con toda la fuerza mediática la moción de censura de Vox que regocija a los guionistas del sanchismo, que tienen prevista una "crónica para destacar que su jefe es la única barrera para frenar a Santiago Abascal". Vamos, una oportunidad perfecta para recuperar la unidad del gabinete de coalición en torno al presidente en un momento en que la brilla por su ausencia.
Pero para el director de ESdiario intramuros de La Moncloa todavía puede escucharse el pronóstico de otra explosión de Vox el 14-F en las próximas urnas catalanas porque los estrategas de Sánchez dicen haber detectado que Abascal remonta en los sondeos, capitalizando el malestar de amplios sectores de la derecha frente a un PP obligado a ejercer como partido de Estado.
No en vano, el líder de Vox al contrario que Pablo Casado está liberado de la pesada carga de tender puentes con el Gobierno y eso le permite pescar en el río revuelto de un país económicamente arruinado y con gran desapego a la política en una crisis de las instituciones de la Transición de la que tiene mucho que ver el propio Ejecutivo.
Así, concluye que para los de Sánchez Abascal tiene una enorme ventaja sobre Casado: "Dispara el grado de polarización, algo con lo que desean jugar para prolongar la legislatura" y por eso el PSOE y Unidas Podemos "tienen sobre la mesa anteproyectos de ley que buscan dividir a la sociedad" y que permitirán al líder de Vox ejercitarse a fondo en la batalla al tiempo que socavan el perfil "necesariamente más moderado de Casado".
En resumidas cuentas: otra vez el "cordón sanitario" y el "no pasarán" colgados estratégicamente en los balcones de La Moncloa.
Proyectos, además, que buscarán socavar el perfil necesariamente más moderado de Casado, de igual modo que reforzarán la idea de Sánchez como el más eficaz «cordón sanitario» contra la «derecha cavernícola». De nuevo la pancarta de «No pasarán» colgada estratégicamente en los balcones de La Moncloa.
Para derrotar a Pedro Sánchez, el centro-derecha deberá vencer antes a la ley D’Hont. Con tres fuerzas disputándose un mismo electorado, una parte de sus papeletas nunca logrará rentabilizarse. En esa dispersión del voto está la salvación del bloque Frankenstein. Al igual que el purgatorio de Pablo Casado a la hora de forjar la alternativa a Sánchez.
Lógicamente, en este escenario endiablado, la moción de censura de Vox irrumpe con toda la potencia mediática, para regocijo de los guionistas del sanchismo. Sin duda. Una buena oportunidad para cohesionar al gabinete de coalición en un momento muy delicado y para aglutinar a la mayoría de la investidura en torno a la figura del presidente. De ahí que los monclovitas encargados de escribir el «relato» de Sánchez tengan prevista una crónica para destacar que su jefe es la única barrera para frenar a Santiago Abascal.
Intramuros de La Moncloa puede escucharse el pronóstico de otra explosión de Vox. El epicentro de este nuevo estallido se sitúa en las próximas urnas catalanas del 14-F. Los estrategas presidenciales aseguran que han detectado que Abascal remonta en sus sondeos. Es capaz de capitalizar el malestar de amplios sectores de la derecha, incluso de la que acostumbra a quedarse en casa sin votar, frente a un PP obligado a ejercer de partido de Estado. Ya se sabe, a los populares les toca tender puentes con el Gobierno. Sin embargo, Abascal, liberado de esa pesada mochila, logra utilizar el «lanzallamas» de Vox para hacer mella en un país económicamente arruinado y socialmente explosivo con gran desapego hacia la política y en medio de una crisis de las instituciones de la Transición bien alimentada desde el Gobierno.
Para los de Sánchez, el presidente de la formación verde tiene una enorme ventaja sobre Casado: dispara el grado de polarización, algo con lo que desean jugar para prolongar la legislatura. De hecho, PSOE-UP tienen sobre la mesa anteproyectos de ley que buscan dividir a la sociedad: Memoria Democrática, Libertad Sexual, rebaja del delito de sedición, indultos a presos del 1-O... Toda una trompetería gubernamental que permitirá a Abascal ejercitarse a fondo en la batalla. Proyectos, además, que buscarán socavar el perfil necesariamente más moderado de Casado, de igual modo que reforzarán la idea de Sánchez como el más eficaz «cordón sanitario» contra la «derecha cavernícola». De nuevo la pancarta de «No pasarán» colgada estratégicamente en los balcones de La Moncloa.