James Bond y la historia de la moda masculina que esconde la icónica figura del Agente 007
«Mi nombre es Bond, James Bond», es un personaje atemporal. Un caballero y un héroe de acción en la época de nuestros abuelos, que lo sigue siendo a día de hoy. Por supuesto, hemos visto en escena a un gran …
«Mi nombre es Bond, James Bond», es un personaje atemporal. Un caballero y un héroe de acción en la época de nuestros abuelos, que lo sigue siendo a día de hoy. Por supuesto, hemos visto en escena a un gran número de actores para evitar que Bond pierda vigencia. En todos los casos, y en todas las épocas, ha sido una imagen que es digna de admirar por todos.
James Bond ha sido considerado como un sinónimo de estilo y masculinidad, incluso antes de llegar a la pantalla grande. Desde los libros de Ian Fleming, James Bond se convirtió en un personaje al que los hombres querían imitar, no sólo por sus actos heroicos y grandes hazañas, sino también por sus trajes a la medida y una colección de looks que no han dejado de inspirar a los hombres de todas las generaciones.
El personaje es perpetuamente elegante. Incluso cuando no viste esmoquin, sigue estando a la moda. Su ropa casual es elegante, bien cortada y sofisticada. Y de eso, hay una lección: preocuparse por la apariencia no es una cosa caduca ni poco masculina. El Agente 007 se convirtió en no solo quien puede salvar el mundo, sino el que puede hacerlo con un esmoquin. Y si hay algo cierto, es que Bond no sería Bond si usara, por ejemplo, uniforme militar en todas las películas.
Pero, ¿cómo es que siempre se ve tan bien en las películas? La respuesta es que viste lo mejor. Así es como funciona. Cada traje que vemos es un clásico. Lo hemos visto en gris claro, gris medio, gris oscuro y azul oscuro. El esmoquin está hecho a la medida, las chaquetas abotonadas (incluso en muchas de las tomas de acción) y las corbatas son simples tejidos.
Por esa razón, en James Bond Skyfall, Daniel Craig no se verá anticuado interpretando al personaje dentro de quince años. La diseñadora de vestuario, Jany Temime, lo mantuvo simple, clásico y hecho a la medida, que es lo que realmente define el «look Bond». Todo, desde su suave calzado de cuero de plena flor hasta su reloj Omega Seamaster Planet Ocean, es refinado y sobrio.
La mejor lección de James Bond es «usar la ropa, no dejar que la ropa te use a ti» y, aunque suene confuso, es la realidad. Hay un poco de emoción indirecta en el desgaste de la ropa de Bond. Los sastres de Tom Ford tuvieron que hacer hasta 60 copias idénticas de algunos de los trajes de Craig para Skyfall, solo para que hubiera suficientes versiones para que el y sus dobles de acrobacias las usaran en varias etapas de daño.
Parte del atractivo es su total despreocupación por su guardarropa. Una vez que comienza el trabajo, ya no se preocupa por su traje. Es lo que lleva puesto mientras hace lo que mejor sabe hacer. Por último, el Agente 007 es la prueba más clara de que el mejor traje del mundo le puede quedar terrible al hombre equivocado, de allí la importancia de vestirse de acuerdo a tu cuerpo.