Raúl del Pozo deja en "porretas" a Sánchez con un "traje nuevo" que le delata
El periodista no se anda por las ramas a la hora de retratar tirando de los clásicos lo que está haciendo el líder socialista y que ha colmado la paciencia de sus colegas de filas callados.
Este lunes Raúl del Pozo abre la semana en su columna de El Mundo echando mano del clásico infantil de todos los tiempos, porque a Pedro Sánchez, como al famoso emperador, le encantaba aparecer bien maqueado en los actos oficiales pero para pactar con Bildu se puso el "traje invisible" y "hasta los niños vieron que se quedó en cueros". Vamos, resume, que "el pacto con los antisistema vascos le ha dejado en porretas".
Así las cosas, a pesar de que en su partido se le perdona casi todo (que tenga menos principios que objetivos, que deje a Iglesias alentar a los independentistas, que no se sepa si Pablo es su ideólogo o su ministro de propaganda ni quien domina a quien...) ahora ya no han podido seguir todos callados cuando Sánchez ha pactado con aquellos que les asesinaban.
A juicio de Del Pozo, muchos socialistas "vivían ofendidos, aunque colocados con el sanchismo, hasta que ese nuevo Abrazo de Vergara ha removido los huesos de los compañeros muertos" y ahora dirigentes del PSOE de todos los rincones expresan su malestar al comprobar, una vez más, que su líder "insiste en caminar por la senda del mal".
Mientras los barones protestam y se lamentan, Moncloa ha preparado una terapia de urgencia que viene a decir que "ellos no son nadie", que "ETA ya no mata y el apoyo de Bildu a los Presupuestos es un signo de normalización democrática".
En resumen, "los asesores insisten en que Sánchez ha conseguido una nueva victoria y sigue en su fuerte determinación de no escuchar las moralinas sino ofrecer resultados".
En este caso, Del Pozo concluye que "lo importante era pasar el trance de los Presupuestos que en los años pasados le hicieron convocar elecciones. Ferraz hace terapia de grupo con los dirigentes estresados y Pablo Casado da inútiles consejos de enemigo a los socialistas: rebelarse contra Pedro Sánchez".