Un exalto cargo del PSOE desvela los datos internos que hacen a Sánchez a frenar
Un antiguo dirigente socialista de la vieja guardia que antes decidía los destinos del partido desde la sala de mando destripa a Antonio Martín Beaumont lo que pasará con Bildu a corto plazo
Es la comidilla en todos los corrillos y en las tertulias y mentideros políticos: lo de Bildu negociando los presupuestos con el Gobierno se ha extendido salpicando desde La Moncloa a Ferraz pasando por las federaciones socialistas y este miércoles Antonio Martín Beaumont analiza el asunto en su columna de La Razón.
Porque tal como le ha confesado un exdirigente del PSOE, aunque Pedro Sánchez sea una roca "hasta las piedras macizas tienen vetas en su interior".
Aunque Pedro Sánchez sea una roca "hasta las piedras macizas tienen vetas en su interior".
Y es que la foto real del paisaje político no puede ser más "degradante" y "catastrofista" con el presidente del Ejecutivo centrado en amarrar una arriesgada mayoría para asegurar el poder a toda costa que "ya veremos dónde les lleva" ya no solo a ellos, sino al conjunto del país.
Lo que parece más claro cada vez es que los que tenían la esperanza de que Sánchez fuera reduciendo sus ataduras con Pablo Iglesias y su "tóxico conglomerado secesionista" estaban muy equivocados.
A juicio del director de ESdiario, incluso los "sectores más tradicionales del socialismo", porque "la alianza Frankenstein ha sido concebida desde las interioridades de La Moncloa para llegar al menos hasta 2023, e incluso con el objetivo de conquistar 2027".
Los que piensen que esto es el cuento de la lechera no deben olvidar, recuerda, que el campo de batalla al que se enfrenta es una crisis de tal envergadura que puede dar al traste con cualquier proyecto político.
Beaumont augura un escenario marcado por el comportamiento desbocado de Sánchez, un líder que maniobra siempre en clave personal
Muy al contrario Beaumont augura un escenario marcado por el "comportamiento desbocado de Sánchez": un líder que "maniobra siempre en clave personal, obsesionado con taponar las grietas de un Gobierno débil y preso del chantaje de la amalgama con la que ha decidido asociarse".
Puesto que para él la opinión pública es un problema, no le ha quedado más remedio que intentar dar una vuelta a la realidad cerrando el debate interno sobre Bildu en un "ejercicio de indecencia".
Pero en realidad, el exdirigente socialista da la clave a Beaumont cuando le plantea que si Sánchez fuera consecuente, tras apabullar con su defensa de que ETA acabó hace 10 años y la prioridad es sacar adelante sus cuentas, también debería ser capaz de recibir a Otegi en Moncloa: Pero no lo hará. porque sabe que los españoles están muy lejos de asumir la escenificación de un acuerdo del PSOE- Bildu.
Así lo manifiestan los trackings internos del equipo demoscópico monclovita y eso es más que suficiente para los más estrechos colaboradores de Sánchez. Lo que no descarta es una posible foto Iglesias-Otegi, aunque todo tiene su tiempo, según el dirigente de la vieja guardia del PSOE que en otros tiempos decidía la marcha del partido desde la sala de mando de Ferraz.