Roma Gallardo desata pasiones con su defensa de los youtubers de Andorra
El discurso desacomplejado del célebre influencer rompe esquemas en televisión y se suma a otros youtubers capaces de medirse al Gobierno desde su habitación.
Sin complejos, sin pelos en la lengua y sin ambabes. Así es la generación de youtubers que, con casos como los de El Rubius o Wolverine, ha roto discursos asentados y políticamente correctos para reclamar una política fiscal menos confiscatoria en España y defender su derecho, incluso, a mudarse a Andorra.En esa generación ha irrumpido este fin de semana Roma Gallardo, un nombre nuevo para el gran público pero muy conocido en ese mundo paralelo de las redes y las plataformas donde, bien es cierto, logran audiencias millonarias, superiores a las de los medios convencionales.Y lo ha dejado este fin de semana con una rompedora intervención en La Sexta. Cuestión de política y no de impuestos. Así ve el conocido youtuber Roma Gallardo la salida de España de algunos colegas dirección de Andorra. Una teoría que viene sosteniendo desde hace días y que volvió a defender en La Sexta Noche pero se llevó una fuerte reprimenda de los contertulios."Aquí en España de democracia hay bien poco, lo que tenemos es 'partitocracia", justificó el creador de contenidos. "Tenemos una oligarquía y no tenemos ningún derecho, ni voz, ni voto sobre las decisiones que se toman en el Congreso", prosiguió, denunciando que "ahí están los listillos, gastándose ciento y pico millones de euros en propaganda institucional y 52 millones de euros en subvenciones".Por todo ello, consideró que no le parece raro que algunos compañeros se hayan querido marchar del país a paraísos fiscales como Andorra, y que ellos son solo víctimas, mientras se van de rositas los políticos. "Esos son los listillos, no Rubius, que es un chaval que si se va fuera o se queda, no va a cambiar el futuro de ningún español", sentenció.
Esta teoría se topó de frente con los argumentos, entre otros, de Francisco Marhuenda y Angélica Rubio. "Está mezclando cosas", señaló el director de La Razón. Marhuenda, que ha reconocido que en España "la separación de poderes no es lo perfecta que debería ser", pero defendió que es un "despropósito decir que tenemos una democracia oligárquica"."A mí me gusta más el modelo de Estados Unidos y Gran Bretaña, pero no significa que España sea una democracia de baja calidad", indicó Marhuenda, que le recordó a Gallardo que las decisiones parlamentarias de los partidos "son colegiadas y no obedecen como ovejas. No es un sistema dictatorial"."Todo es mejorable, pero cuestionar que en España no hay democracia no se sostiene", opinó Angélica, más dura en sus juicios. "Tanto es así que este encantador 'youtuber' puede preguntar en la cuenca minera asturiana la diferencia entre una democracia y una dictadura", le aconsejó la directora de El Plural. "Te lo van a explicar muy bien", insistió Rubio. "Demagogias las justas y tonterías las justas. Sea 'youtuber', periodista o político. La democracia en España pasa cualquier prueba, y de oligarquía tampoco", zanjó la periodista.
"Populismo barato"
Más tenso fue el choque con el economista Gonzalo Bernardos, que acusó al youtuber de hacer "populismo barato". "Lo primero que creo que tienes que hacer es ser sincero y decir que eres un listillo y un egoísta y que te ganas la vida muy bien y no quieres compartir ese dinero con el valle minero donde naciste", le espetó el economista.
Roma Gallardo se mostró indignado: "Yo pago todos mis impuestos. Estamos en la televisión. No me falte usted al respeto. Está usted haciendo el ridículo. Me está llamando egoísta y pago trimestralmente más que él en un año". Bernardos, por su parte, le replicó que "cuando uno se marcha de España a Andorra no lo hace para encontrar nuevos amigos". "Tiene que decir que es un listillo y que intenta pagar lo mínimo", sostuvo."Te recuerdo que en lo que más gasta España es en prestaciones sociales, pensiones y sanidad. Yo, por muchos impuestos que pago, jamás serán suficientes para agradecer lo que el sistema público ha hecho por mí", apostilló el economista.