Malcolm y Marie: Cuando un torbellino de emociones sobrepasa la cuarta pared

Estamos en febrero y Netflix lanza una de las películas más polémicas del año, grabada en secreto en un período de tan solo dos semanas durante la pandemia del año pasado. Es así como Malcolm y Marie dejará una gran huella en el mundo del cine por los dos temas tan importantes que aborda ?las relaciones tóxicas? y ?el cine bajo el lente político?. Nuevamente una historia cargada de emociones y críticas directas sobrepasan la pantalla gracias al excelente trabajo en equipo del director Sam Levinson y una de las mejores actrices en su generación, Zendaya, pero esta vez en compañía del actor John David Washington.

Sinopsis

La tensa relación entre un director de cine y su novia pende de un hilo luego de volver del estreno de su película y esperar las opiniones de la crítica.

Guión

La cuarentena para el director Sam Levinson fue un momento de catarsis y evocación de toda su creatividad, esto lo deja ver tanto en la estructura del guión y los diálogos de esta película tan auténtica y sin filtros.Por ahora, para la crítica estadounidense, el film no ha sido muy bien visto y es tildado como un intento de arremeter contra la industria cinematográfica por parte del director.Y es que para nadie es un secreto que en muchos momentos se deja ver de manera directa en sus diálogos que todos en la industria del cine caen en el cliché político y en el rol de identidad; las películas en la actualidad buscan reflejar un mensaje, pero también influye quién está detrás de la historia. Es decir, las películas no son disfrutables por lo que son sino por quiénes están hechas.

Por otra parte, esta pieza deja ver una relación desgastada y tóxica, en la que ambos solo esperan el momento indicado para dejar explotar bombas contenidas y herir al otro, únicamente para dejar en claro que uno de ellos tiene la razón en determinados puntos de vista.Este guión hace que el público se convierta en un observador intruso que mira una continua discusión a lo largo de una noche y, aunque en ciertos momentos la cantidad exagerada de diálogos debilitan ciertas escenas, el interés por saber cómo terminará esta eterna discusión carcome las ganas de cualquier persona por terminar de ver la película.Y si hay algo que aplaudir es que, con todo lo que sucede en cada escena y las reacciones inesperadas de cada personaje, es muy complicado descifrar un posible final, haciendo este film algo cautivador y diferente.

Personajes

Por una parte tenemos a Marie (Zendaya) una mujer con baja autoestima y rehabilitada después de ser adicta a las drogas. Ella desea ante todo que Malcolm la vea como una persona fuerte e inteligente y necesita que constantemente le reafirme eso, pero al no conseguirlo, busca formas hirientes de hacerle entender a su pareja cómo se siente.Y luego está Malcolm, (John David Washington) un hombre ególatra y cínico que solo piensa en su desarrollo como director y aunque ama a su novia, no termina de apoyarla para que desarrolle sus habilidades.Ambas interpretaciones logran su cometido, se ve claramente cómo es cada personaje y lo que desea. Por un lado, Zendaya no solo mantiene un tono adecuado cuando muestra su molestia o discute, sino en los silencios y los gestos. Ella con una mirada logra expresar todo lo que el personaje siente y eso realza la grandeza de ciertas escenas en las que el silencio dice más que mil palabras.En cuanto a la interpretación de John David Washington, en ciertos momentos se sentía un tono de teatralidad en su actuación y no la naturalidad que se necesita frente a la cámara, pero a pesar de este detalle, supo desenvolverse muy bien en la mayoría de las escenas y darle el toque adecuado para terminar redimiendo a su personaje en la escena final.

Dirección de fotografía

Los fotogramas en blanco y negro aumentan la atmosfera pesada e hiriente proveniente de la decadencia en la que se encuentra esta relación de pareja. Además, en todo momento se juega con las perspectivas en escena de los actores, que da la impresión de que continuamente posan para un cuadro. La sutileza, el detalle y belleza con la que está hecha cada plano a pesar de estar en una misma locación, es uno de los factores más cautivadores de esta película con un final prácticamente abierto.