Rosa María Mateo se despide y deja una herencia ruinosa en RTVE a su sucesor
Este jueves comienza la elección del nuevo Consejo de Administración de la Corporación con dos favoritos para asumir el siniestro total que lega la administradora "única y provisional".
"Dilapidar el crédito y el prestigio de la televisión pública ha costado apenas dos años, recuperar las señas de identidad de los medios públicos va a costar muchos más". Esta reflexión a ESdiario de un exmiembro del Consejo de Administración de RTVE con cuatro décadas de trabajo como periodista en la cadena pública resume a la perfección la sensación que recorre los pasillos de la televisión de todos cuando toca a su fin el convulso mandato de Rosa María Mateo.
Fue un 30 de julio de 2018 cuando la veterana periodista prometió su cargo en el Congreso de los Diputados tras el dedazo de Pedro Sánchez que la convirtió en "administradora única provisional".
Fue justo después del fiasco de las negociaciones entre PSOE y Podemos -junto a la mayoría Frankenstein que había contribuido al triunfo de la moción de censura contra Mariano Rajoy- y tras la filtración del nombre de Andrés Gil, el hombre que Pablo Iglesias quiso imponer como primer peaje a Sánchez por su apoyo para llegar a La Moncloa.
Este jueves comienza la cuenta atrás para poner fin al 155 en RTVE. En el Congreso arranca la primera votación de los nuevos miembros del Consejo de Administración que debe culminar por fin el concurso público que elegirá al sustituto de Mateo.
Dos favoritos -tapados al margen- encabezan las quinielas: Isabel Raventós, una veterana con larga trayectoria profesional en los medios y Francisco Moreno, actual responsable de la Radio Televisión Canaria. Tras el desbloqueo logrado por Pedro Sánchez y Pablo Casado a la estela del CGPJ, el nuevo equipo directivo de la cadena pública verá la luz de entre los 87 candidatos que han superado el proceso de concurso público.
Su cercanía y complicidad con Moncloa ha marcado todo el mandato de la autoridad "provisional" de RTVE.
Sin embargo, al nuevo presidente de los medios públicos le espera un "infierno", según reconocen a este diario fuentes sindicales de TVE. En primer lugar, porque Rosa María Mateo dice adiós dejando hipotecada la parrilla de la próxima temporada y varios puestos de dirección blindados, entre ellos el del director de Información y Actualidad de la coorporación, Enric Hernández. Él es el verdadero hombre fuerte y hacedor de la empresa con línea directa con Moncloa. Tan directa que nadie discute en la casa que el nuevo presidente tendrá que cohabitar con un Hernández protegido por el propio Pedro Sánchez.
Además, afines a Podemos han ascendido a despachos clave de la cadena y han posibilitado la llegada de programas ajenos a los propios periodistas de la casa. Las Cosas Claras de Jesús Cintora, recién renovado, es el ejemplo paradigmático de ello.
Pero, asimismo, el nuevo Consejo de Administración deberá asumir la caja vacía de RTVE. La propia Rosa María Mateo cifró en una de sus últimas comparecencias el agujero: 50 millones de euros de déficit en el cierre de 2020.
A la pérdida de crédito y el deterioro de la marca y una plantilla hastiada por dos años de purgas, dedazos y fichajes externos se suma un siniestro total de audiencia. El clarificador dato más reciente para los directivos que el Congreso comienza a elegir en 24 horas es el de este mismo mes de enero.
La 1, la joya de la corona de la corporación, quedó por debajo del 10% de audiencia, frente al 13,8 de Telecinco o el 13,6 de Antena 3. En lo que va de febrero el escenario es aún más dramático: un 8,7% en caída libre. Ése es el legado que deja Rosa María Mateo a su inminente sucesor.