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Évole vuelve a dar otro susto en directo y Pablo Motos tiene que socorrerlo

El presentador de 'El Hormiguero' tuvo que ayudar al periodista después de que este sufriera de nuevo uno de los ataques de la enfermedad que padece y con la que a veces se cae 'redondo'.

Jordi Évole junto a Pablo Motos

Publicado por
A. Jiménez

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Jordi Évole ha acudido a 'El Hormiguero' para contar los entresijos de la última edición de su programa 'Lo de Évole' y cómo ha conseguido que el expresidente del Gobierno, José María Aznar, se sentase junto a él en una mesa para repasar sus años al frente del Ejecutivo. Sin embargo, durante la entrevista, ocurrió lo que más se temía, que el presentador sufriera uno de los ataques de su enfermedad, la cataplexia, y Pablo Motos tuvo que acudir a socorrerlo.Évole, que ya había sufrido en directo otro percance en El Intermedio, había relatado cómo es vivir con ello. "Una vez grabando con Andrés Iniesta en Japón me dio un ataque de risa y me caí en redondo contra el suelo. A partir de ese día fui al neurólogo y me han ido medicando".

"Lo he asumido bien porque creo que en mi caso no es grave, hay personas que lo están pasando peor que yo. No quiero frivolizar, me encanta visibilizar la enfermedad", explicaba el presentador de La Sexta, que con la risa y en otros con otras emociones, se desconecta y se queda sin musculatura.Sin embargo, todo se precipitó cuando Évole fue el encargado de repartir los 3.000 euros de la tarjeta de El Hormiguero a Iñaki, un vecino de Galapagar, y su falta de entusiasmo le provocó un ataque de risa. "Que le han dado 3.000 euros y parece que se le ha muerto un familiar", decía el periodista.Évole se levantó de la silla, pero al momento se tuvo que apoyar sobre la mesa para no caerse al suelo. "Me ha dado un poquillo", admitió el presentador de La Sexta, todavía consciente. Al momento, Pablo Motos acudió en su ayuda para sujetarle: "Somos un poco gilipollas", admitió, para reconocer que había evitado situaciones muy cómicas para que no se produjeran situaciones así. "Ha sido culpa de Iñaki", sentenciaba Évole.