Emilio Aragón reaparece para desvelar el gran secreto que nunca había contado
El mítico Milikito vuelve a la pequeña pantalla, de la que se apartó hace años, para contarle a Dani Rovira en TVE cosas que jamás había contado en público.
Emilio Aragón podría haber presentado Un, dos, tres
El mítico Emilio Aragón reapareció en TVE, tras muchos años sin salir en pantalla, para recorrer su larga y prolífica trayectoria en el medio, de la mano de Dani Rovira en la novena entrega del "Día D", el formato del ente público que rescata de su archivo algunas de las imágenes, personalidades e historias más profundamente alojadas en la memoria audiovisual colectiva.Se pudo ver de nuevo un fragmento de "Ni en vivo ni en directo", el espacio con el que se estrenó en la pantalla el hijo del celebérrimo Miliki, ilustre miembro del clan de Gaby y Fofó al que él también llegó con el inevitable sobrenombre de Milikito.Luego presentó "El juego de la oca", cantó "Cuidado con Paloma", fundó La Sexta y se recluyó en la gestión y la creación en un segundo plano muy influyente, ampliando su familia y convirtiéndose en abuelo sin perder ese aspecto juvenil que le permite competir con el mismísimo Jordi Hurtado, inspirador de tantas bromas sobre el mito de la eterna juventud.
Pero hay algo que no se sabía de Aragón, un gran secreto por completo desconocido que al fin dio a conocer: estuvo a punto de presentar el mítico "Un, dos, tres", aquel concurso familiar que marcó a España entera y tuvo por maestros de ceremonias a leyendas como Kiko Ledgard, Mayra Gómez Kemp o, ya en su cuesta abajo, el añorado Jordi Estadella."Me llamó Chicho (en referencia a Narciso Ibáñez Serrador) . Yo tenía 26 años y me llamó para hacer una prueba. La hice, pero me dijo: "lo podrías hacer, pero eres demasiado joven". Recuerdo que me dijo que me pusiera gafas, y luego yo me las puse porque tenía miopía y astigmatismo", desveló ante un emocionado Rovira.
El eterno aprendiz
Y no fue su única revelación. También fue capaz de confesar que no todo se le da igual de bien que la televisión y los negocios: "Yo lo que me considero es un eterno aprendiz. Ahora voy a empezar clases de chelo con mi nieto, y es una asignatura pendiente que siempre he tenido. Pero por ejemplo, me encanta la pintura y el dibujo y soy un desastre. Envidio a la gente que tiene esa facilidad. Lo he intentado pero algún día".Rovira, confesión por confesión, le dijo que para él Aragón era su referencia, que se dedica al humor inspirado en su trayectoria y que incluso uno de sus atuendos habituales -el traje con zapatillas deportivas- es un homenaje a quien tanto le inspiró.