El Óscar. ¿La estatuilla más codiciada del cine se puede comprar en alguna subasta?
Michael Jackson pagó en 1999 1,54 millones de dólares (1,29 millones de euros) por la estatuilla que le fue otorgada como mejor película a “Lo que el viento se llevó” en 1940. Kevin Spacey compró el Oscar de George Stoll …
Michael Jackson pagó en 1999 1,54 millones de dólares (1,29 millones de euros) por la estatuilla que le fue otorgada como mejor película a "Lo que el viento se llevó" en 1940. Kevin Spacey compró el Oscar de George Stoll por 150.000 dólares (125.800 euros). Steven Spielberg pagó 1 millón de dólares (839.000 euros) por los Oscar que Bette Davis y Clark Gable ganaron en 1935. Aunque Spielberg ha ganado 3 estatuillas, compró estos galardones para donarlos a la AMPAS (la academia que otorga el trofeo).Otras personalidades como David Copperfield y más personas anónimas han comprado otras estatuillas para coleccionarlas, aunque este mecanismo está prohibido por la misma academia; se dice que un número de más de 200 estatuillas han sido vendidas a precios importantes en el mercado negro.
Desde los años 50, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas tiene un convenio con todas las personas que ganan el premio Oscar. Este convenio se trata de un contrato firmado donde el ganador o sus herederos se comprometen, en caso de querer vender su trofeo, primeramente a la institución que le dio el preciado premio por 1 dólar. Sin embargo, muchas estatuillas han sido vendidas haciendo caso omiso a este contrato por sumas grandes que las personas millonarias han querido pagar para tener en casa, pero no solo el trofeo, que ya de por sí es un símbolo importante, valioso y lujoso, sino por la persona a la que representa y el motivo por el cual se le fue otorgado.Los abogados de la academia han dado una dura batalla para impedir que el Oscar forme parte de subastas ocultas que en muchos casos se han hecho públicas, y han intentado hacer que la cláusula de venta a la academia se cumpla. De hecho, la institución ha amenazado con demandas importantes y de altas sanciones económicas para impedir que los vendedores detengan un proceso de venta. En este sentido han sido muchas las estatuillas que han regresado a la casa que la otorgó, cuando los compradores después de adquirirlas las regresan a la academia, como el caso de Spielberg. Sin embargo, el hecho de que la adquisición de uno de los Oscar en el mercado negro sea motivo de demanda, hace que sea difícil constatar quien tienen en su poder una de estas, por lo que sus nuevos dueños no pueden presumir de poseer alguna.
Los expertos aseguran que las estatuillas más costosas son aquellas que fueron otorgadas antes del año 1950, y que después e esa fecha, los precios bajan según el año. El editor Eriq Gardner ha asegurado que a la Academia le resulta difícil conocer cuántos oscar se han vendido secretamente y a qué coste, y que esto solo se conoce cuando se emite una demanda, como la ocurrida contra los herederos del director de fotografía Robert Surtees, quienes se apunta que vendieron el Oscar que el fotógrafo ganó en 1953 a una cifra de 40.000 dólares (33.500 euros) por medio de una página digital de compra y venta de productos.?Los Oscar más buscados y más costosos son los de mejor actor o actriz y estos tienen la misma connotación que la venta de arte costoso en los mercados negros, o lo que es lo mismo que al arte robado, ya que no necesita una gran publicidad pero si importantes intermediarios. Las estatuillas son obviamente un objeto muy importante, y no debería haber forma de obtenerlas sino ganándolas, por lo que el deseo de obtener alguna se convierte en un reto y un deseo irresistible que hace que las rutas ilegales sean el único medio", resaltó Gardner.Un Oscar puede significar uno de los objetos de mayor valor que una persona puede lucir en un espacio de su casa, no tanto por su valor monetario, sino por el símbolo que representa y la importancia de la persona que lo ganó, por lo que muchos aseguran que hacer una réplica de este, aunque sea en oro macizo, no tiene el valor sentimental y emocional que un original. Pero obtener uno puede significar un problema legal, por lo que es mejor hacer una réplica para lucir sobre la chimenea.