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Esperanza Aguirre, un animal mediático con hambre de foco

El currículo de la expresidenta de la Comunidad de Madrid está repleto de zambombazos informativos, "Mask Singer" fue uno más. Pasen y lean.

Esperanza Aguirre

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"No os hacéis una idea lo que pesa esto. Es como llevar un becerro al hombro. ¡Una locura! Iba dando tumbos porque no veía nada. He comprendido a la gente que no ve". Estas fueron las primeras palabras de Esperanza Aguirre, la tercera desenmascarada de Mask Singer. Lo cierto es que lo suyo ha sido una verdadera metamorfosis, una transformación kafkiana a la inversa.

Estaba claro que en el tercer programa de presentación de máscaras los responsables del programa se guardaban otro bombazo. Tras las sorpresas de La Toya Jackson e Isabel Preysler, la de anoche no podía ser una gala más, no podía pasar desapercibida. La mariposa se enfrentó en su primer duelo al plátano (lo sé, esto negro sobre blanco suena de lo más surrealista) con una versión de Ella Elle L'a', de Kate Ryan y en el combate decisivo luchó en el ring contra el flamenco. Lo hizo en un perfecto ingles, cantando These boots are made for walking, tema que inmortalizó Nancy Sinatra allá por el pleistoceno en 1966.

La persecución en la parrilla televisiva parece que se ha quedado en tablas. Por una parte, los rastreadores Supervivientes pueden presumir de alzarse con el premio al líder de la noche con un 23,7% de cuota de pantalla, pero firmó su gala menos vista de la edición. Su oponente, Mask Singer, se alzó con un 16,9% de share, lo que significa que la tercera entrega de esta insólita edición crece un punto y medio, su máximo de esta temporada. De la despedida de Estoy vivo en La Uno, ni hablamos. Un miserable 5,6%, dato intolerable para una cadena pública.

Por cierto, sigo pensando lo mismo, continúo con mi cruzada anti pre late night., anti monopolio de Hormiguero permanente. ¿Alguien se ha planteado trasladar Mask Singer a la noche de los sábados y así lanzarle un torpedo en toda la línea de flotación al infumable programa protagonizado por esa extraña pareja formada por Risto y Pantoja? Algo así como haría Edmundo Dantès. Y de paso, arrancar antes con la fiesta.

Como espectadores no ganamos para sorpresas. Y la de anoche, aunque cantada, no desmereció a las anteriores. Veremos a ver qué pasa en las próximas galas, cuando se vayan desenmascarando dos a dos. Imagino que el nivel bajará, porque no hay bolsillo de producción que pueda sostener un desembolso de tales características. Da igual, ya estamos enganchados. ¡Bendito streaming!

"Volad conmigo. Surco los cielos desde tiempos inmemoriales y soy una de las fuentes de inspiración de los mortales. No solo soy pionera en eso. Pocas personas conocen mi vida antes de ser una linda mariposa. Soy un bichito que no puede estarse quieto, mis alas necesitan continuo movimiento", decía la mariposa al tiempo que sentaba en un picnic campestre rodeada de una ristra de chorizo. Sí, como lo leen, con primer plano incluido. Genio y figura. De esas imágenes que toman sentido a posteriori.

Confieso que desde que leí que Esperanza Aguirre era una de las participantes en Bake off Celebrity junto a Esty Quesada, alias Soy una pringada, andaba ansiosa, con ganas de ver cómo se desenvuelve la expresidenta de la Comunidad de Madrid entre harinas, azúcares, fogones y, sobre todo, loca por escuchar esas conversaciones entre la irreverente y descarada youtuber de Baracaldo frente a la súper mega pija Grande de España y condesa consorte de Bornos.

Sigo esperando. Lo de anoche fue un aperitivo de lo que seguro se nos viene encima. Más que nada, porque dejando atrás temas de política (no me corresponde a mí valorar esos asuntos, aunque por supuesto tengo mis ideas), Esperanza Aguirre es un animal mediático, le pese a quien le pese.

Recuerdo como si fuera ayer la inauguración de un centro comercial en Majadahonda, la entrada de la presidenta en Primark, la incredulidad que rezumaba de su rostro al ver los precios. Ella, que está acostumbrada a los comercios del barrio de Salamanca, no pudo evitarlo. Todo le parecía tirado de precio. Acababa de ser abuela, sacó el móvil, llamó a su nuera, le envió fotos y se fue de allí con unos cuantos modelitos de bebé.

El currículo de Esperanza está repleto de zambombazos mediáticos. Para empezar, la lio parda cuando siendo candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, en pleno follón del No a la guerra, se dejó llevar por los brazos de Joaquín Sabina para marcarse unos pasos de baile bajo los acordes de su inmortal Y nos dieron las 10.

Lo de cantar no era la primera vez que lo hacía frente a las cámaras. En mayo de 2015 nos sorprendió entonando ¿Dónde vas con mantón de manila?, el famoso tema de La verbena de la Paloma… en un perfecto inglés. Como buena madrileña, se me ocurre que producción de Mask Singer le podía haber colocado el disfraz de la gata castiza, claro que igual hubiera sido demasiado descarado. Ella de lucir traje de chulapa sabe un rato. ¿Se acuerdan del modelazo que se marcó en la pradera de San Isidro en plena campaña de reelección en mayo de 2007? Pues lució un traje típico madrileño azul con cintas naranjas, exhibiendo los colores corporativos del PP de entonces. Abanico incluido, por si los sofocos.

Engalanarse, se ha engalanado con todo lo que ha podido y más. No le ha dolido en prendas eso de lucir las camisetas de todos los equipos de fútbol y de lo que sea. Se ha vestido hasta de bandera de la Comunidad de Madrid, con un modelazo diseñado por Agatha Ruiz de la Prada con el que dejó pasmados a los asistentes a la entrega de los Premios T de Telva en octubre de 2006.

No ha escatimado marketing a la hora de dar ruedas de prensa, ni siquiera después de dos de sus grandes sustos, la caída del helicóptero en Móstoles (con Mariano Rajoy dentro) y el atentado al hotel de Bombay en noviembre de 2008. La presidenta aterrizó en Barajas, procedente de Bombay tras hacer escala en Zúrich (Suiza) directa a Sol para hablar con la prensa. "Perdón por la Toillete", se disculpó ironizando porque llevaba sandalias de tacón con unos calcetines blancos. Muy british todo. Muy hooligan.

¿Qué esperaban? Esperanza Aguirre ha sido siempre un animal mediático. Los focos crean adicción y ella nos ha demostrado que, de una manera u otra, quiere seguir en el candelabro, como dijo Miss España 1991.