Cintora y Aroca reciben un varapalo tras quejarse por el fin de su programa
Mientras Podemos protesta por el cierre de "Las cosas claras", un experto en medios de comunicación saca los colores al programa con una contundencia inusitada.
Podemos mantiene su ofensiva contra RTVE y, de algún modo, contra el Gobierno del que forma parte, por la anunciada suspensión de "Las cosas claras", el programa de tertulia dirigido y presentado por marcado por una clara orientación hacia las posiciones políticas del partido fundado por Pablo Iglesias, el gran paladín del comunicador.
En ese contexto, el propio Cintora y algunos de sus tertulianos, como Javier Aroca, Antón Losada, Joan Baldoví o el juez Bosch han criticado con contundencia la supresión del espacio, mimético al que, con el nombre de "Las mañanas de Cuatro", ya desapareció de Mediaset por las mismas razones alegadas por TVE: su tendencia al radicalismo político.
Y precisamente con esa misma sensación se ha alzado una voz autorizada, quizá el mayor especialista en medios del momento, un analista que conoce bien el sector y no es tibio a la hora de emitir sus contundentes conclusiones. Se trata de David Arranz, con espacio propio en Voz Pópuli para adentrarse en un terreno pantanoso para tantos otros. Y lo ha hecho con Cintora, sin remilgos.
"Llevan mucho tiempo en Podemos llorando por el despido de Jesús Cintora de La 1, pero en las últimas semanas el periodista ha tratado más en profundidad el procesamiento de José Luis Moreno que cualquier tema de importancia política. Lo ha hecho para ganar audiencia y poder decir que le han echado en su mejor momento; y lo ha hecho ante una mesa de contertulios y colaboradores habituales en los que había nombres que generaban pánico", escribe Arranz.
"Mosqueteros de la demagogia"
Y sigue, sin hacer rehenes: "El tridente ofensivo de Cintora estaba conformado por Javier Aroca, Antón Losada y Joan Baldoví. La televisión pública española ha dado más espacio en las últimas semanas -por las mañanas- a los requiebros argumentales de estos tres mosqueteros de la demagogia que a las opiniones de especialistas que pudieran ser más relevantes para los ciudadanos".
Para concluir con una crítica tremenda al conjunto de la televisión y de las tertulias: "Abundan en lo anecdótico y dejan de lado lo importante porque a todos les conviene. Los contertulios ganan 150/200 euros por cada intervención, los directivos de las televisiones hacen caja gracias al sensacionalismo y la chabacanería; y los poderes respiran aliviados, dado que así consiguen que la tensión ciudadana se reconduzca a espacios menos peligrosos. Porque siempre será más fácil que la gente se entretenga con la memoria histórica que con la falta de alimento. Claro está".