Florentino Pérez, el "capataz" del cuarto poder con sus maniobras ocultas

Florentino Pérez es muy de achinchetar, de darle vueltas a la cabeza del tornillo hasta que se hunde en la madera. Este año que está acabando de abrocharse será recordado por el verano en el que quedó al descubierto el teatrillo del constructor.

Unos audios publicados por El Confidencial en julio dejaban a las claras las bambalinas, la tramoya, las cuerdas de las que penden sus relaciones personales y, sobre todo, con el cuarto poder, con los medios. Él, lejos taparse un poco, sacaba pecho, los hombros hacia atrás y levantando la barbilla a modo Millan Astray y el “muera la razón” lo admitía todo: Sí, lo he dicho yo. ¿Qué pasa?

Básicamente, en lo que tiene que ver con los medios, él se reconocía como el jefe de la central lechera. Decidir qué ‘plumilla’ está en qué sitio y subrayar lo que se dice. Los audios retratan sin rubor una relación jerárquica en donde los “juntaletras” deben hacer una reverencia a su paso.

"La 1... va a cambiar totalmente. Han metido a un director que es uno de los nuestros. Vamos, que es Luis Fernández, y este va a acabar con todo ese rollo de 'El Rondo'... Entonces, no nos queda más que el Marca. Hay que coger al Marca, macho. Ahora, porque con el Marca y con la TVE, se acabó todo".

"Luis Fernández es talibán madridista... Ya le quitó el contrato a Roberto Gómez... 'El Rondo' no existirá más, nunca más. Va a ser un programa madridista de Ferreras, vamos". "Mañana tú le dices a Ferreras: 'Oye, mira, haz esto que le puede joder a Cebrián [entonces presidente ejecutivo de Prisa] y pum'... Los de Prisa... son unos hijos de puta", se le podía escuchar en los audios del pasado verano.

Pero el corte fino del estilete de Florentino, es en realidad un tajo de hacha de carnicería. El señor de ACS señala y ordena sin rubor con la impunidad del que se siente con las riendas en la mano. Ejemplos públicos de sus manejos hay muchos. David Jiménez, ex director de El Mundo, por ejemplo, aireaba en su libro ‘El director’ (Libros del K.O., 2019) como su mano alargada asestó un golpe definitivo al que fuera director de Marca Óscar Campillo y al de El Mundo Pedro García Cuartango. El motivo, lo que a su juicio era el tratamiento que brindaban al Real Madrid.

En otro de los audios hablaba así del periodista deportivo Tomás Roncero. "¿Y lo de Roncero, macho? Si alguien le dijera algo a Roncero, se arruga. Es que en la demanda esa que hay que ir ahora, una vez que se levante el secreto de sumario y tal. Hay que ir a por Roncero. Hay que ir penalmente a por Roncero, porque él es el que le da cobertura en todo esto. Hay que ir a por Roncero".

Y es que, es así como va la cosa. Cómo haya algo o alguien que se le ha cruzado en el puente de las gafas no hay más que hacer. No son pocos los periodistas que les ha llegado alguna que otra oferta que no podían rechazar, como diría aquel. Muchos han entrado por el aro, otros, lanzan confeti a su paso sin ningún rubor.

Basta con echarle un ojo a la ristra de contertulios de Real Madrid Televisión, previo paso por caja, claro. A alguno, lo ha colocado como responsable de una importante sección de un periódico generalista. A otro, con aspecto de joven rebelde, lo ha ubicado en el reclinatorio de algún púlpito radiofónico.

El jefe de la central lechera admitió públicamente que los audios eran suyos pero los circunscribió a una ‘campaña’ por la implantación de la Superliga, de la que él es su firme defensor.

Hay que tener en cuenta que el Real Madrid es un inmenso buque financiero con influencia, no sólo en nuestro país, sino en todo. La fuerza del club reside, obviamente, en el interés que despierta entre sus seguidores y los del fútbol. Y, claro, en estos tiempos en los que los medios ya no atan los perros con longaniza prefieren llevarlo bajo palio a esquivar las dentelladas del hambre.

Basten algunos ejemplos de las ‘sugerencias’ de Florentino. En 2013 prohibió a Marca hacer promociones con su escudo. El motivo, él entendía que el diario deportivo de Unidad Editorial no había defendido todo lo que debería al club. De esta forma, cortaba de un tajo una fuente importante de ingresos del periódico en uno de sus peores momentos. Hay que recordar que España estaba metida en plena crisis económica.

Pero es que el principal rival de Marca, el diario AS, del grupo Prisa tampoco se ha librado de su azote. Es conocido en el sector que tenía por aquella época varias campañas para lanzar productos con la imagen corporativa del Real Madrid. El constructor decidió aprovechar la circunstancia para atraerse el favor de alguno de los periodistas. Su director de entonces, Alfredo Relaño, que no se ha caracterizado por bailarle el agua, le paró en seco. Resultado, al acabar la última campaña fue vetada.

En Marca vieron, por ejemplo, como se cobró la cabeza en 2011 de Jorge Valdano que colaboraba con el diario y en una reunión con los propietarios de Unidad Editorial pidió las cabezas de periodistas como Santiago Segurola, Roberto Gómez o Roberto Palomar.

Cinco años después de esta petición, Campillo, entonces director de Marca fue cesado tras haberse negado a despedirlos. Eso sí, la salida fue acompañada de la de Segurola y la entrada del periodista radiofónico Juanma López, ex de Cope y más ‘permisivo’.

Cada cierto tiempo llegan a las redacciones de los diferentes periódicos deportivos y secciones de deportes de generalistas consignas para ser indulgente con el Real Madrid-Florentino. Saben, porque ya lo han vivido más veces, que mañana volverá llamar a la puerta por otra cosa. Y, claro, como tiene la máquina de hacer dinero pocos chistan.

Cabalgando en su carácter ciclotímico, el dueño de ACS apremia a los dirigentes de los medios a quitarse a sastres incómodos con pluma y a premiar otros más amables que le hacen trajes a medida.

Baste con recordar, por ejemplo, lo que ocurrió con la llegada de Antonio Caño a la Dirección de El País. Dos de los periodistas más impermeables a las ‘sugerencias’ de Florentino acabaron aparcados: el jefe de Deportes, José Sámano, y Diego Torres, que se encargaba de cubrir el Real Madrid. Así se las gasta.

Hay quien bromea y sostiene con sorna que la cosa “no es para tanto”, mientras hace un dibujo en el aire de la manoseada escena de la cabeza de caballo cortada oculta bajo las sábanas de una cama en El Padrino. Cierto, la sangre no llega al río pero, me permitirá, que mantenga mi costumbre de seguir sentada en los restaurantes de espaldas a la pared y mirando a la puerta.