La entrevista a un extremeño en la tele vasca levanta ampollas por xenófoba
“Me daban vergüenza mis apellidos porque no eran vascos. Después de tapar a mi familia di el paso de ser euskaldún”, asegura el ciudadano en la ETB.
Ocho apellidos vascos fue una taquillera película en el que una hija presenta a su padre, vasco de pro, a su novio engañándole con que es vasco de cuna con ocho apellidos porque el padre no lo aceptaría de otra forma. Esta comedia parece convertirse en realidad, y de forma muy seria, en ETB, la televisión pública vasca, donde en un programa sobre el uso del euskera muestran testimonios de gente que se avergüenza por no tener apellidos vascos y no hablar esta lengua, por lo que deciden aprenderla para no ser marginados por la sociedad.
“Zumaia era un ambiente más euskaldún, todos hablaban euskera y yo no tenía la habilidad que tenían ellos. Me daban vergüenza mis apellidos porque no hay ninguno vasco, me creaba muchos complejos. Durante muchos años he tapado la procedencia de mi familia, la he disimulado”, es el relato de un inmigrante extremeño al País Vasco a una zona denominada euskaldún -de habla de euskera- que muestra ETB.
¿Cuál es la solución que propone ETB a la marginación y vergüenza de este inmigrante procedente de Extremadura? Él mismo la relata: volverse euskaldún. “Después de avergonzarme y acomplejarme durante muchos años, con 25 años di el paso de ser euskaldún”. El hombre de procedencia extremeña va acompañado de su padre que refuerza el mensaje de ‘o hablas vasco o te marginamos’. “Mis hijos saben euskera los dos y mis nietos están en la ikastola los dos y les hablamos en euskera el 80% del día”.
Este vídeo de un programa de ETB está dejando muchas reacciones en redes sociales que lo consideran una muestra de hasta donde puede llegar en nacionalismo en una sociedad. “Reniega de su origen, de su familia, familia que también reniega de su pasado. Quería ser aceptado por la tribu, entre otras razones, para poder sobrevivir. Espeluznante”, “esto es un trauma debido a la presión social del separatismo” o “racismo normalizado y televisado”.