Cebrián apuntilla a Sánchez y lo compara con Boris Johnson citando a Lenin
El fundador de El País exige a Sánchez explicaciones por la deriva del Gobierno que mantiene una errática política exterior y transforma en cenizas la Transición.
Juan Luis Cebrián, fundador de El País, ha publicado un artículo en el diario de Prisa que hace temblar los cimientos de Moncloa. El periodista ha dado algunas pinceladas de lo que debería ser y no será el Debate sobre el Estado de la Nación, pues Pedro Sánchez debería dar cuentas de su errática gestión, pero no lo hará: armará su relato, compitiendo "con Boris Johnson en su carrera de mentirosos compulsivos".
Cebrián ha comenzado su artículo citando al propio Sánchez, cuando hace unos días aseguraba que existen unos "poderes ejercidos por los señores del puro en los cenáculos de Madrid" que quieren acabar con su Gobierno a toda costa, y le ha recomendado "absorver alguna bocanada de un buen puro en un club de fumadores que le acepte", pues "decadencia y cenizas es lo que le espera si no cambia de aliento".
Así, ha hecho un repaso de la situación que vive el país, con una crisis política que "amenaza seriamente a la supervivencia de las instituciones democráticas"; "un peligro cierto de recesión anunciado por la espiral inflacionista", provocada por la guerra pero también por "una manirrota política, una Administración incapaz de reconocer los errores y un aumento desbocado de la deuda"; y en lo social ha aumentado la desigualdad.
Pero Cebrián ha querido hacer hincapié en el "desastre de la política exterior; la asunción del pensamiento militar frente a la cultura de la paz; el cinismo de la extrema izquierda que lo critica al tiempo que lo rubrica con su permanencia en el Gabinete; los desvaríos de la Ley Trans y la inaudita ppropuesta de desmemoria histórica", que son, todas ellas, responsabilidades de Sánchez.
Por ello, ha querido pararse, precisamente, en la Ley de Memoria Democrática, pues la considera una "afrenta a millones de votantes del PSOE, y a una gran parte de sus antiguos dirigentes", una ley que "abundará en la deriva hacia las cenias del partido socialista sin que Sánchez haya disfrutado de la emoción del fuego".
Además, cree que Sánchez, además "de promesas y recuerdos, debería comentarnos algo del presente: dar información adecuada sobre el espionaje telefónico al que fue sometido; explicar las causas por las que de forma autoritaria y en secreto cambió la orientación de la política española en el Magreb; concretar las compensaciones que ha recibido nuestro país de Estados Unidos por ampliar el arsenal naval de la base de Rota", entre otras cuestiones de politica internacional que han marcado la agenda y que los votantes socialistas no terminan de entender.
Sin embargo, Cebrián no cree que nada de ello se produzca porque "a la hora de construir el relato, Sánchez es capaz de competir con Boris Johnson en su carrera de mentirosos compulsivos convencidos ambos como están de la máxima de Lenin: 'Salvo el poder, todo es ilusión".