Un soltero de First Dates muestra su habilidad como bailarín y enseña de más

Existen momentos en nuestra vida que son un auténtico "tierra trágame", embarazosos, que pueden marcarnos y que vamos a recordar siempre. Si hay alguien que sepa muy bien sobre esto es un soltero de First Dates, el programa de citas de Cuatro que presenta Carlos Sobera, que se encontraba dándolo todo para conquistar a su cita, cuando sufrió uno de estos "momentos."

Y es que, en los encuentros de este formato se lo juegan todo para obtener una segunda cita. De ahí que David, un informático con experiencia como bailarín, no quisiese fallar en esta misión, por lo que no dudó en sudar de lo lindo para conquistar a Rosa. Tanto se esforzó que el pantalón no soportó la presión y le jugó una mala pasada. Un "tierra trágame" marcado, también, por la bajada de audiencias en comparación con la entrega anterior. Este martes, la primera edición registraba 525.000 espectadores, coincidiendo con el inicio del partido entre Portugal y España; y en la segunda, 902.000 espectadores, con un 3,9% y 6,1% de cuota, respectivamente.

"El uno para el otro"

David sintió un flechazo nada más ver a Rosa en la barra de First Dates. Por eso, dio todo de sí para conseguir esa ansiada segunda cita. Rosa, por su parte, compartía esas buenas vibraciones que tenía el soltero. Para más inri, la soltera era bailaora lo que llevó al pretendiente a pensar que eran "el uno para el otro". Según avanzaba la cena, David se iba colgando más de Rosa, prestando atención a sus intereses. La soltera le comentaba que le encantaba estar activa, por lo que caminar, ir a la montaña, a una exposición o ir al teatro eran algunas de sus pasiones.

Aprovechando que a ambos les gustaba bailar, el programa de citas de Cuatro tiró de tocadiscos y la música empezó a sonar. Aquí David vio la oportunidad perfecta para demostrarle a su cita quién era. Así que sin pensárselo dos veces se puso a bailar junto a Rosa muy animadamente, haciendo que todo el salón de First Dates estuviese pendiente de ellos.

Entonces, con tanto público, David se vino arriba y tras un giro, saltó para quedarse abierto de piernas en el suelo. Todo hubiera ido bien, si el pantalón de pinzas que lucía hubiese soportado el movimiento. Pero no fue así. El soltero se quedaba con un pantalón destrozado, dejando todo a la vista, pero con la satisfacción de haber encandilado a todo el personal del formato de Cuatro Y, por supuesto, a su cita: "Estaba muy nervioso, si se hubiera relajado podría haber dado más de él porque baila muy bien", valoraba Rosa, quien decidió otorgarle el ansiado segundo encuentro.