"Tu cara me suena" pone en peligro el vestido para las Campanadas de Pedroche
La colaboradora de Zapeando, el programa de sobremesa de La Sexta, ha intentado evitar hablar de este "problema", pero sus compañeros de formato no han dejado de insistir: "voy mal".
Con el turrón en los supermercados -desde hace ya unos días, todo hay que decirlo- ya se va anunciando la llegada de la Navidad, aunque quede todavía un par de meses. Pero, si hay algo que demuestre que está cada día más cerca, y sin que hayamos "celebrado" todavía Halloween, es la última hora sobre el vestido de. La vestimenta de la colaboradora de Zapeando se ha convertido en una "tradición" desde que empezó a presentar las Campanadas de Nochevieja en Antena 3.
Sin embargo, y aunque pensemos que queda tiempo, la tertuliana del formato de La Sexta que presenta Dani Mateo no piensa lo mismo. Este miércoles, durante su sección, ha actualizado los últimos detalles sobre el vestido que lucirá esta Nochevieja. La presentadora confirmaba, como cada año, que el tiempo se le ha echado encima: "Voy mal", afirmaba, asustada. Su vestido se ha convertido en todo un ritual para Antena 3. De ahí que se guarde el modelo hasta el último momento, justamente, en el que suenan las 12 campanadas.
"La idea está, pero hay que organizar más cosas"
Pedroche no quería hablar más del tema y seguir con su sección, pero para sus compañeros no era suficiente. Así que siguieron insistiendo en cómo iba el vestido. "La idea está, pero hay que organizar más cosas", ha explicado a sus compañeros zapeadores, que no pueden ocultar que sienten curiosidad por el "modelito" que lucirá en la última noche de 2022. La cuestión aquí es que su mano derecha, Josie, está grabando Tu cara me suena y eso imposibilita que se puedan reunir con la frecuencia que a ella le gustaría.
"Es complicado unir agendas", reconoce Pedroche, buscando la calma en que "lo importante es que hay discurso. Y después todo fluye". Pero no es el único inconveniente, porque es difícil gestionar todo lo necesario contrarreloj: "Necesitamos a otras personas que nos hagan cosas, pero lo que pedimos no es fácil. Pedimos a un diseñador que no diseñe lo que él quiere, sino lo que yo tengo en mi cabeza y Josie quiere ponerle de moda. Al principio dicen que sí, pero algunos huyen al final", comenta la zapeadora.