El brutal enfado de una comensal de First Dates tras ser rechazada por su cita
Álvaro y María tienen muchas cosas en común. Son tradicionales, románticos y quieren formar una familia, pero la cita no salió como ella esperaba.
María es una mujer tradicional. Según le ha contado a Carlos Sobera al entrar en el restaurante de 'First Dates' reza cada día y no ha tenido mucha suerte en el amor al no encontrar a nadie afín a ella, solo "gente muy mayor, gente con hijos, delincuentes...", pero ella quiere un hombre similar, que comparta sus tradiciones y que quiera tener hijos.
Por ello, le presentaron a Álvaro, su cita, que se define como un tipo del PP, cristiano y al que le encanta "disfrazarse en el pasaje del terror", además de desear formar una familia. Por ello, al inicio, parecía que todo iba bien pues la primera impresión de María ha sido buena.
Así, pronto han entablado una conversación para conocerse, pero Álvaro se ha quedado chafado al saber que su cita tenía un año más que él: "Yo siempre he estado con chicas menores que yo, estoy entre 18 y 35 años", confesaba.
Ambos han hablado de sus respectivos trabajos. María es abogada y ha hablado a Álvaro de su pasión artística, ya que además de darlo todo en los karaokes, bailaba, mientras que él ha confesado que su pasión son los pasajes del terror y que le encanta disfrazarse.
También han descubierto que tienen en común su romanticismo y que buscan una relación seria para tener hijos, por lo que todo parecía estar saliendo bien y María ha llegado a la decisión final con la seguridad de querer tener una segunda cita con el informático.
Sin embargo, Álvaro le ha dicho que no había sentido la chispa que estaba buscando y que le gustaría conocer a alguien más joven. María no podía creer que le estuviera dando calabazas y le ha recriminado que no hubiera hecho en privado, cuando nadie los viera.
"Me parece hiriente y una falta de respeto", ha asegurado María acordándose de las palabras de su hermano: "Vas a hacer el ridículo y encima te van a hacer daño” . Además, ha pensado en que iba a ser la comidilla de los colegios de abogados de media España.
María se ha marchado muy enfadada por la situación y Álvaro, que no podía dar crédito, le ha pedido perdón públicamente, pero ha explicado que él tenía que ser sincero y que decírselo después hubiera sido peor aún.