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Revilla reclama "cuentas pendientes" a Pedro Sánchez en su visita a Pablo Motos

El presidente de Cantabria celebró su 80 cumpleaños en "El Hormiguero", tal y como prometió en su última visita al programa, y contó al presentador lo que le ocurrió en un restaurante.

Pablo Motos y Miguel Ángel Revilla, en "El Hormiguero".

Publicado por
Sandra Miras

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pese a que al principio se oponía a acudir a El Hormiguero de Pablo Motos, tal y como recordó en su última visita, se ha convertido ya en uno de los invitados que más veces ha pisado el plató del formato de Antena 3. La última, este mismo lunes, y por un motivo muy especial: celebrar su 80 cumpleaños. El pasado 12 de octubre, con motivo del Día de la Hispanidad, el presidente cántabro aprovechó su visita a Madrid para ir al programa. Y, ese día, pidió poder celebrar el cumpleaños en El Hormiguero y en compañía de su mujer.

Dicho y hecho. El equipo de Pablo Motos y el propio presentador le prepararon una fiesta muy especial a Miguel Ángel Revilla. El político, además de soplar las velas de una espectacular tarta en la que estaban representados algunos de los grandes símbolos de Cantabria, recordó su infancia y su etapa de instituto, así como una comida que todavía le debe Pedro Sánchez y por la que pasó un mal rato en un conocido restaurante de Madrid.

La cuenta sin pagar de Pedro Sánchez en un restaurante

Miguel Ángel Revilla celebró en compañía de Pablo Motos su 80 cumpleaños. El presidente de Cantabria, en un momento de la entrevista, recordó que Pedro Sánchez hizo un sinpa en un conocido y carísimo restaurante de Madrid en el que habían quedado para comer. El cántabro ha sido uno de los pocos defensores del actual presidente del Gobierno cuando desde su propio partido le defenestraron. "Probablemente él ganó las elecciones porque yo hice mucho trabajo defendiéndole", bromeó Revilla.

Ante esto, Sánchez quiso invitarle a comer en su casa, pero Revilla prefirió que fuese en un restaurante para evitar molestias. "A las 16:30 me dice 'salgo yo primero', con muy buen criterio, para que no nos hicieran una foto", recuerda el presidente cántabro. "Me tomo el café, un chupito, y salgo tranquilamente. Cuando estaba casi en la puerta, oigo que me llamaban. Dije 'coño, una foto que me piden'. Pero no, veo que vienen agitando una cosa blanca… Y no, no era una servilleta. Era la factura. Se fue sin pagar. 98,50 euros", explicó ante las risas de todo el público de El Hormiguero.