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Carlos Herrera desvela en antena la única tradición que no se puede permitir

El comunicador de la Cadena COPE reconoce que, por las horas a las que se acuesta cada día para hacer el programa, no se puede echar la siesta, "una de las cosas más hermosas".

Carlos Herrera, en una fotografía reciente.

Publicado por
Pablo del Campo

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Carlos Herrera ha reconocido que no puede hacer una de las cosas que, de toda la vida, más le ha gustado hacer. Lo ha desvelado en Herrera en Cope, su programa matutino en la cadena de la Conferencia Episcopal. Hablaban de la siesta y, con mucha pena, el comunicador se ha visto obligado a desvelar que no se la puede echar, con lo que a él le gustaría. El motivo no hay que buscarlo en otro sitio que no sea el exigente horario que Carlos Herrera "sufre", ya que cada mañana ha de estar enfrente del micrófono desde las seis.

"Me acuesto muy pronto y si me echo siesta no me duermo luego a las 19:30 o a las 20:00", ha reconocido Herrera, que no ha dudado en definir la siesta como "una de las cosas más hermosas que puede hacer un ser humano después de comer".

Eso sí, hay ha estado presente su hijo Alberto, colaborador en Herrera en Cope, que no ha dudado en asegurar que "el departamento este que se supone estanco de horas descansadas para mí no es estanco, es decir, si yo me duermo una siesta de 3 horas, que no lo hago nunca, pero si me la durmiera, me volvería a dormir a la hora a la que me suelo dormir y a hacerlo durante las mismas horas".

Según los expertos, la siesta en el trabajo mejora el rendimiento. Sin embargo, es una costumbre que no está bien vista durante la jornada laboral. "Salimos a tomar café, a tomar un bollo o una tostada y está bien visto, pero uno se echa una cabezada de un cuarto de hora y todos piensan, madre mía, qué perezoso", comentaba Martínez.

No aguantar "la siesta en la cama"

Además de Carlos Herrera, varios colaboradores comentaron sus situaciones personales en torno a la siesta. Mientras algunos han asegurado que no aguantan "la siesta en la cama", otros afirman que "con tumbarse media hora en el sofá" es suficiente.