Cinco películas para pasar una Semana Santa de cine
La Semana Santa es una de las tradiciones más celebradas, y el cine ha sabido reflejarlo. Ben-Hur, Espartaco, La vida de Brian, El príncipe de Egipto y La Pasión de Cristo son un ejemplo.
Oficialmente arrancó el domingo pasado. Las calles de la mayoría de las ciudades de nuestro país, ya están llenas de pasos, nazarenos y sones de marchas procesionales, y hoy, Jueves Santo, es uno de sus días grandes, en el que además media España ya disfruta de unos más que esperados cuatro días de descanso y vacaciones.
La Semana Santa es una de las tradiciones más celebradas de nuestro país, y también en una buena parte del mundo. Y el cine así lo ha reflejado desde hace años. De hecho, antes por estas fechas, era habitual que la parrilla televisiva se llenase de películas en las que el tema más recurrente era la Pasión de Cristo. Hoy, ya no lo es tanto, pero no por ello tenemos que perdernos la oportunidad de disfrutar de ellas. Por ello, aprovechando que la ocasión lo merece, vamos a hacer un repaso por cinco de algunas de estas películas.
Ben-Hur (1959)
Protagonizada por el gran Charlton Heston, este clásico del cine de Hollywood nos sitúa en la Antigua Roma, bajo el reinado de los emperadores Augusto y Tiberio (s. I d.C.). Judá Ben-Hur, hijo de una familia noble de Jerusalén, y Mesala, tribuno romano que dirige los ejércitos de ocupación, son dos antiguos amigos, pero un accidente involuntario los convierte en enemigos irreconciliables: Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del nuevo gobernador romano, y Mesala lo encarcela a él y a su familia. Mientras Ben-Hur es trasladado a galeras para cumplir su condena, un hombre llamado Jesús de Nazaret se apiada de él y le da de beber. En galeras conocerá al comandante de la nave y más tarde a un jeque árabe que participa con sus magníficos caballos en carreras de cuadrigas.
Espartaco (1960)
Kirk Douglas se mete en la piel de Espartaco, un esclavo tracio que fue vendido como gladiador a Léntulo Batiato. En Italia promovió y dirigió la rebelión de los esclavos (73-71 a.C.) contra la República romana. A medida que recorrían el país, innumerables esclavos se iban sumando a la rebelión. El protagonista intentará llegar con su ejército al sur de Italia para poner rumbo a sus hogares.
La vida de Brian (1979)
Brian nace en un pesebre de Belén el mismo día que Jesucristo. Un cúmulo de desgraciados y tronchantes equívocos le harán llevar una vida paralela a la del verdadero Hijo de Dios. Sus pocas luces y el ambiente de decadencia y caos absoluto en que se haya sumergida la Galilea de aquellos días, le harán vivir en manos de su madre, de una feminista revolucionaria y del mismísimo Poncio Pilatos, su propia versión del calvario. Está disponible en el catálogo de Netflix.
El príncipe de Egipto (1998)
Fue el primer lanzamiento a nivel internacional de la primera película de dibujos animados de gran calidad por parte de un estudio que no fuese Walt Disney Pictures. En el antiguo Egipto, hace miles de años, el faraón Seti ordena la muerte de todos los recién nacidos judíos. Una madre, desesperada, coloca a su hijo en una cesta y la deposita en el Nilo. Las aguas la conducen río abajo hasta la orilla donde la hallará la reina. El niño era Moisés y fue educado como hermano de Ramsés, el heredero del trono. Sin embargo, cuando, años después, se descubra el origen hebreo de Moisés, los hermanos se distanciarán. Puede verse en Amazon Prime Video.
La pasión de Cristo (2004)
Dirigida por Mel Gibson, puede verse en Amazon Prime Video. Año 30 de nuestra era. En la provincia romana de Judea, un misterioso carpintero llamado Jesús de Nazaret comienza a anunciar la llegada del "reino de Dios" y se rodea de un grupo de humildes pescadores: los Apóstoles. Durante siglos, el pueblo judío había esperado la llegada del Mesías . Las enseñanzas de Jesús atraen a una gran multitud de seguidores que lo reconocen como el Mesías. Alarmado por la situación, el Sanedrín, con la ayuda de Judas Iscariote, uno de los doce Apóstoles, arresta a Jesús. Acusado de traición a Roma, Cristo es entregado a Poncio Pilato, quien, para evitar un motín, lo condena a a morir en la cruz como un vulgar criminal.