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Domina: la serie de Movistar sobre la mujer más poderosa de la Antigua Roma

Livia Drusila fue la tercera y última esposa del emperador Augusto César. Este drama histórico se adentra en su figura y en su enorme influencia política y social.

Una imagen de Domina.

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Livia Drusila fue la tercera y última esposa del emperador Augusto César y una mujer con mucho poder. Seguramente fue la mujer más poderosa de la Antigua Roma porque la influencia política que ejerció, junto a su marido, no es comparable a la de ninguna otra, según los que más saben de aquellos años, a pesar de que encarnaba a la perfección los ideales de la mujer romana de la época.

Esposa, madre, abuela, bisabuela y tatarabuela de emperadores, durante más de 50 años fue querida por su pueblo, ya que a pesar de su privilegiada posición, públicamente mostraba una imagen modesta sin hacer grandes ostentaciones. Livia Drusila fue testigo y parte de traiciones, juegos de política y de poder en los que ahora vamos a poder adentrarnos de la mano de Movistar Plus+. Porque la plataforma estrena el próximo 31 de octubre Domina, un retrato histórico del ascenso de Livia Drusila, la que fuera la tercera esposa del emperador Augusto César, y la enorme influencia política que rodeó a esta poderosa pareja.

Un toque al más puro estilo de Juego de Tronos

Protagonizada por Kasia Smutniak, como Livia, y Matthew McNulty, como Augusto, los ocho capítulos de la serie se han grabado en Roma y, según de The Telegraph, "da a la Antigua Roma el toque de sexo y espadas de Juego de Tronos con un resultado que es bastante entretenido".

En Domina, el acomodado mundo de Livia Drusila estalla tras los acontecimientos desencadenados por el asesinato de Julio César. Roma se desangra en una guerra civil entre quienes quieren devolver el poder al pueblo y quienes abogan por mantener los mandatos del César y conspiran para vengarlo. Forzada al exilio por la vinculación de su padre al Senado, y tras atravesar un infierno de obstáculos, la joven Livia no duda en hacer uso de su enorme inteligencia y belleza para recuperar todo lo que le arrebataron y convertirse en la esposa del hombre del momento, el que será el primer emperador de Roma: Augusto.

El objetivo secreto de Livia es la reinstauración de la República, siguiendo los deseos de su padre y sus propias creencias. Pero el ejercicio del poder junto a Augusto resulta embriagador. Juntos formarán una dupla inigualable que marcaría el devenir social y político de Roma, mientras ella se coronaba en la sombra como la verdadera emperatriz.