Wyoming se ríe del plan de Aznar para acabar con el conflicto catalán y se hiela
Raúl Pérez imitó al expresidente en El Intermedio para regocijo del presentador de La Sexta, pero a la audiencia pareció no divertirle tanto como a él.
Raúl Pérez cumplió con una nueva cita en El Intermedio y, en esta ocasión, el brillante imitador se metió en la piel de José María Aznar, el expresidente del Gobierno, que llegó al plató disfrazado de soldado de las Cruzadas. "Soy José María Aznar, o como me llama el pueblo, la esperanza de España", se presentó Aznar/Pérez.
Lo primero que hizo el "presidente" Aznar fue recordar a Wyoming que fue invitado hace 25 años al Palacio de la Moncloa, que "ya era hora de de que me invitaras" y le recriminó no haberle sacado "ni un mal vinito". "No soy yo quien para decirle a usted cuántas copas debe o no tomar", le respondió el presentador de El Intermedio, en referencia a una de las anécdotas más populares del expresidente del Gobierno.
Rápidamente, entraron en materia y Raúl Pérez exhibió una lista de "enemigos de España", que concluía con una referencia personal al nuevo mejor amigo de Pedro Sánchez. "Esta nación tiene muchos enemigos, filoetarras, separatistas, bolivarianos, feminazis y Jorge Javier, que para mí es todo lo anterior".
Wyoming aprovechó el momento para bromear con otro de los tópicos que siempre se le echan en cara al expresidente Aznar, las míticas armas de destrucción masiva. "Es evidente que para usted la ley de amnistía de Sánchez no debería existir, como las armas de destrucción masiva". Por su parte, Pérez, en la piel del que fuera máximo dirigente del Partido Popular, imaginó una receta perfecta para acabar con el nacionalismo catalán. "Voy a descabezar al independentismo. Con los enemigos de España, menos respeto y más espeto", declaró.
Wyoming y la discreta audiencia de "El Intermedio"
Sin embargo, la intervención del imitador Raúl Pérez, en este caso, convertido en un trasunto del expresidente Aznar, no pareció hacer demasiada gracia a los espectadores de El Intermedio. Si el pasado lunes, el programa de humor de La Sexta congregó a 1.060.000 espectadores (con el 7,7% de share), prácticamente replicó esas mismas cifras en la noche del martes (1.062.000 y la misma cuota de pantalla).