Lo último de TV3: actores porno cuentan a adolescentes como hacen sus escenas
La pública catalana emite unas imágenes cuanto menos cuestionables dentro de una serie sobre el consumo del porno entre los niños y adolescentes que han escandalizado a algunos espectadores
Este martes por la noche TV3 ha emitido el primer capítulo de los cuatro que componen una serie de reportajes sobre el porno en la niñez y la adolescencia y cómo, gracias a internet, los jóvenes de hoy en día tienen acceso y conviven con esta industria a la que no deberían tener acceso. También la visión de los padres, que tienen que lidiar con este serio problema. Sin embargo, algunas de los momentos del primer capítulo han llamado la atención de los espectadores y no precisamente para bien.
La docuserie, que se llama Generación porno y está producida por 3Cat, ETB y Shine Iberia, reúne a cuatro familias de Girona, Lleida, Santurtzi (Vizcaya) y Villalba (Madrid) que cuentan sus experiencias con la ayuda de varios expertos. Desde psicólogos, educadores sociales y policías hasta actores porno. Con este último sector es el que se ha creado la polémica.
En concreto con una de los momentos, en el que un actor porno cuenta a padres y a hijos cómo realizan una de sus escenas. Según los datos que manejan en el propio documental de TV3, en el 88% de las escenas porno hay violencia hacia la mujer. La idea del reportaje es hacer ver a los adolescentes que realmente es una violencia simulada, que no gusta a la mayoría de las chicas y que ni mucho menos hay que hacerlo sin consentimiento.
Sin embargo, la escena simulada es realmente llamativa y explícita, y muchos consideran que igual es demasiado de lo segundo. El vídeo colgado en la red social X por este usuario supera a esta hora los 1,5 millones de visualizaciones y en sus respuestas muchos usuarios muestran su disconformidad con las imágenes que muestra una televisión pública como TV3.
Precisamente la primera entrega de Generación porno trata de la gran influencia que tienen estas películas en su despertar y educación sexual. Y es que con motivo de ello, tal y como demuestran los recientes estudios, las nuevas generaciones crecen normalizando la violencia, la vejación hacia la mujer y la ausencia de sentimientos.