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Así se enriquece Andreu Buenafuente gracias a Pedro Sánchez e independentistas

El presentador y su productora El Terrat se libran de la desaparición al estar sostenidos por el gobierno socialista, sus amigos de PRISA y sus no menos amigos, los independentistas en TV3.

Pedro Sánchez, interviniendo en uno de los programas de Andreu Buenafuente.

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Hace varios lustros que Andreu Buenafuente no consigue audiencias masivas en la televisión nacional. Tras pasar por la televisión autonómica catalana, dio el gran salto a Antena 3, en 2005, donde alcanzó su máxima popularidad y éxito. Lo cierto es que, a partir de esa etapa, entró en un declive que le ha llevado a su desaparición del panorama televisivo nacional.

De ahí, a convertirse en un personaje absolutamente residual hay un escaso trecho y ahora, cual vieja gloria, arrastra su mismo programa de siempre y su mismo ‘humor’ por los escenarios de plataformas de streaming de poquísima monta, como en 3cat (plataforma de TV3), programas radiofónicos con el peor horario posible (Nadie sabe nada, Cadena SER), podcasts de nula trascendencia y obras teatrales.

Afortunadamente para él tiene poderosos padrinos que le sostienen artificialmente tanto a él como a la productora El Terrat (propiedad de The Mediapro Studio), a través de programas de poca monta que, en igualdad condiciones del mercado televisivo, no podrían competir ni siquiera en el ámbito autonómico.

Cuando desapareció de la televisión nacional, no tuvo más remedio que recurrir a sus amigos de la antigua Canal+ para conseguir un programita en Movistar, Late Motiv. Las cifras volvieron a delatarle: por la nada módica cantidad de alrededor de 30.000 euros por emisión, según fuentes del sector, conseguía la insignificante audiencia de 20.000 espectadores de media.

Su 'salvador' Pedro Sánchez

Ni siquiera, su amigo Pedro Sánchez, que entró en directo en el cierre del programa de marras, consiguió que se mantuviera con los telefónicos, visto el desastre económico. Y de paso el progre Buenafuente dejó muestras de su inclinación monetaria por encima de la ideológica: no dudó un segundo en dejar caer de su programa al cuestionado humorista Bob Pop, cuando en la operadora telefónica se cansaron de su dudoso humor.

Visto el ‘éxito’ conseguido en Movistar, saltó a la multinacional HBO con el programa Nadie sabe nada, toda una premonición sobre su audiencia y su repercusión televisiva. Pasó tan desapercibido como el día en el que dejó de emitirse: nadie supo nada de él.

El caso es que su último intento de triunfar en audiencias fue con el programa Vosaltres Mateixos, estrenado en 3cat, previo pago de 1.273.837,81 € por la realización de ochos emisiones. TV3 decidió lanzarlo en abierto y fue tal el fracaso que los ‘indepes televisivos’ decidieron devolverlo a la plataforma. No daba ni para un late night en abierto de una autonómica.

Buenafuente, ‘desierto’ de espectadores

Eso sí, sigue criticando con sus mismos chistes de siempre, pero en un desierto de espectadores. Y lo que realmente no lleva bien es que, desde su propia productora, que gobierna dictatorialmente, le critiquen, y con razón, por su inmovilismo, ya que siempre hace el mismo tipo de programa, vaya donde vaya, como apuntan fuentes de la empresa.

Visto que la búsqueda de su éxito personal en la televisión choca con la cruda realidad, no tiene otro remedio que acudir a sus conexiones políticas-económicas para mantener su nivel de vida (vendió El Terrat a The Mediapro Studio por 11 millones de euros).

Sólo basta repasar la web de El Terrat para ver que está aposentado plácidamente en un pesebre de programas sin la menor transcendencia como los perpetrados en La 1 (Nada del otro mundo, presentado por Pedro Ruiz, un fracaso más de audiencias), La 2 (La Ruïna), TV3 (Una Altra Història), 3cat (Vosaltres Mateixos), Movistar (con escasa repercusión, La Resistencia, Showriano y El Camerino), ETB2 (Akelarre) À punt (Tresors amb Història) y Comedy Central (Roast Battle).

El apartado de las series, que se emiten con similar nivel de audiencias en cadenas y plataformas del mismo rango que los programas, también contribuyen a sustentar artificialmente, amigos mediante, una productora que habría desaparecido sin las buenas conexiones de un Andreu Buenafuente desahuciado del mercado nacional televisivo hace ya mucho tiempo.