Susanna Griso escucha perpleja la denuncia de repartidor que se hace viral
El repartidor, que sorprendía a todos a su llegada al plató de Espejo Público, como si de una entrega se tratara, ha contado las vejaciones a las que están sometidos cada día.
Este viernes, Espejo Público se hacía eco, como cada mañana de casos de actualidad en los que siempre tiene cabida hechos que afectan a la sociedad. La noticia saltaba de la mano de Sebastián, un repartidor que sorprendía a todos cuando llegaba a plató ataviado como si fuera a realizar una entrega.
Pero la realidad era muy distinta, al sentarse con Susanna Griso, el enviado sorprendía a todos al exponer la realidad de su trabajo, tras hacerse viral un hecho ocurrido durante una entrega que encendía a los usuarios de redes.
Basado en hechos reales
Y es que, la historia de este trabajador, va mucho más allá de las condiciones laborales que implica su profesión. Sebastián comenzaba su relato explicando que un cliente que le pidió bajar la basura después de entregar la comida para llevar, pidiéndole además que no empleara el ascensor, reservado exclusivamente para el uso y disfrute de los vecinos.
El repartidor denunciaba públicamente este hecho, destacando también la desigualdad de condiciones que viven los trabajadores que viven de esta profesión, marcada por los vacíos legales y la explotación en muchas de las empresas que les contratan.
A priori, existe la idea preconcebida de que el trabajo que desempeñan estos jóvenes se limita a llevar un pedido a domicilio sin mayor dificultad, pero no siempre es así y son muchas las ocasiones en las que se encuentran con indicaciones muy peculiares por parte del cliente.
Y es que, según el testimonio de Sebastián, cuatro de cada diez personas le piden cosas raras y no apunta exclusivamente al trato que reciben los repartidores por parte de los usuarios de las apps de reparto a domicilio. Es frecuente encontrarse con circunstancias bastante desagradables, como que les inviten a pasar a casa a cambio de una propina o que les reciban desnudos o en ropa interior, entre las solicitudes más singulares.
Circunstancias impensables en cualquier ámbito laboral que Sebastián denuncia haber vivido, sobre todo con el sexo masculino, pero que se da con todo tipo de personas. Unos hechos que han dado pie a que sean muchos profesionales los que cuenten en redes sociales sus historias y experiencias, destacando la falta de reconocimiento laboral.