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Una exnovicia de Vox acude a 'First Dates' a buscar a su Santiago Abascal

Esta soltera acudió al programa de Cuatro, tras pasar dos años en un convento, para encontrar a su "macho ibérico", dejando entrever su rechazo a Pedro Sánchez y su "falta de hombría".

Irene, una camarera asturiana, busca en 'First Dates' a su "macho ibérico".

Publicado por
Rocío Díaz

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Como dice un dicho popular: "Siempre hay un roto para un descosido". E Irene, una camarera asturiana de 33 años fue a buscar su 'descosido' a First Dates. Esta joven acudió al programa de Cuatro en busca de su media naranja tras haber estado "bastante apartada" del amor en los últimos tiempos por un motivo que confesó a Carlos Sobera: había estado recluida los dos últimos años en un convento por decisión personal. Y ahora, ya estaba preparada y dispuesta a abrirse al amor tras cerrar "ese capítulo" de su vida.

Esta asturiana se definió como una persona "sin complejos", tanto que no tuvo ningún problema en desvelar ante el equipo del dating show de Mediaset su ideología política. "Me enorgullezco de decir que soy votante y simpatizante de Vox", afirmó al inicio de su participación en el programa. De ahí que, cuando le preguntaron por su prototipo de famoso que le atrajese, ella, sin ninguna duda, respondió que le gustaban los hombres como Santiago Abascal. "Me lo vistes con un mono de albañil y digo, pues sigue siendo un macho ibérico. Y si abres la boca, más todavía", comentó.

La novicia soltera de Vox y su Santiago Abascal

Esto llamó la atención del presentador de Cuatro y quiso seguir indagando en los gustos para la hombres de la asturiana. Por ello, le preguntó sobre el resto de líderes políticos. "Tiene un puntín pero le falta la hombría", aseguró sobre Pedro Sánchez. También tendría su opinión sobre Alberto Núñez Feijoo, con quien fue menos amable: "Es muy paradín, un maestro de novicios".

Cautivado por su visión de las personas, Sobera invitó a esta joven asturiana a valorar a su cita de la noche con las tres categorías que había mencionado: macho alfa, maestro de novicios o "un puntín". Y así lo hizo. Después de conocer a Álvaro, un cocinero madrileño de 30 años, Irene comentó que lo puntuaba con "un puntín", aunque más tarde reconocería que este joven no entraba en ninguna de ellas: "Conocido afable, otra categoría nueva", explicó entre risas. Aun así, la cena se desarrolló con total normalidad, pero con la soltera resaltando que a su cita "le faltaba sangre", hasta que salió a relucir el tema de la religión y la política.

Tras el encontronazo que supuso hablar de la Iglesia católica, esta asturiana acabó desvelando su opinión política a su cita. "Sin problema te digo que soy votante y simpatizante de Vox (...) Todo lo que dicen ellos, es que lo aplaudo. No quitaría ni una coma (...) Yo estoy muy cansada de que aquí los únicos que puedan decir algo sean los de izquierdas", espetó la soltera, a lo que Álvaro respondió que él era "de izquierdas" y que esas "son tus ideas, no te las voy a cambiar". Antes de pasar a la decisión final, el cocinero madrileño invitó a la cena, dejando caer que la próxima la pagaba ella, ya que él sí quería "verla otra vez", propuesta a la que la comensal aceptó. Sin embargo, la soltera acabó por plantarle un "no" a su cita por faltar "un poco más de chispa".

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