Aplaudido discurso de Rubén Amón contra la amnistía y la impunidad de Puigdemont
El periodista colaborador de 'El Hormiguero' tiene claro que perdonar delitos a políticos tiene poco de reconciliación y mejora de la convivencia, tal y como apuntan desde el socialismo.
Mientras el PSOE y el Gobierno siguen intentando disfrazar la ley de amnistía como un paso adelante por la convivencia en España y por la reconciliación con Cataluña tras estos últimos años, está cada vez más claro que estamos hablando de una fachada que esconde una evidente realidad: la necesidad para seguir al frente de La Moncloa. Una serie de argumentos que, según las encuestas, no convencen casi a la mitad de los votantes socialistas que no están de acuerdo con la polémica norma.
En ello se ha centrado para dar su discurso Rubén Amón, con unas declaraciones en El Hormiguero que levantaron el aplauso del público del programa de Antena 3 y de bastantes usuarios en las redes sociales. Y es que el periodista de El Confidencial y colaborador asiduo del espacio de Pablo Motos tiene claro que la ley de amnistía ha sido totalmente impuesta a los españoles por una serie de motivos personales. Concretamente, los de Pedro Sánchez. También tiene claro que la cantinela de la reconciliación y la convivencia se la creen unos pocos.
“Yo no me quiero reconciliar, no quiero. No quiero perdonar ni olvidar todo lo que ha sucedido. Me niego a que este estado de amnesia nos conduzca a aceptar que el Estado tiene que pedir perdón a quienes cometieron los delitos y las fechorías”, explica un Rubén Amón que defiende que “no estamos hablando de generosidad, sino de la admisión de que en España hay delitos políticos y de que este es un Estado opresor”.
Después, el también colaborador de Onda Cero con Carlos Alsina, apunta a esas encuestas entre los españoles, la población de Cataluña y los propios votantes del PSOE y que demuestran que muchos rechazan la norma: “Esta amnistía se la ha impuesto a los españoles, el 72% no la quiere. No la quiere el 72%. No la quiere el 42% de los votantes socialistas. No la quiere la mitad de los catalanes. Digo que yo no quiero aceptar este juego que conduce al estado de impunidad de Puigdemont”.
Y es que Amón tiene claro que los primeros que no quieren esa reconciliación son los propios independentistas catalanes. Muestra de ello es que, nada más aprobarse la norma, marcaron claramente el territorio -y nunca mejor dicho- y avisaron que solo era el primer paso hacia el referéndum de autodeterminación.