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TVE paga 3,5 millones de euros a la productora de la docuserie de Pedro Sánchez

La cadena pública no sólo forma parte ya del aparato sanchista, también se ha convertido en una máquina de tirar dinero y de pagar favores a quienes se portan bien con La Moncloa.

Un fotograma de la docuserie de Pedro Sánchez.

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¿Un premio por el documental La Moncloa y que tiene como protagonista estelar a Pedro Sánchez? Todo apunta a que sí. Televisión Española (TVE) ha regado de millones de euros a la productora The Pool, que trabaja fundamentalmente para RTVE, y que es conocida por ser los creadores de la docuserie sobre el presidente del Gobierno.

¿Son casualidades? Parece que no: The Pool cobra a precio de oro sus producciones para nuestra televisión pública con unos programas que no conectan, más bien todo lo contrario, en absoluto con la audiencia.

Esta productora cuenta, de momento, sus programas como fracasos. Uno de sus más sonados fue Vamos a llevarnos bien, que La 1 canceló después de emitir el primer programa, con Ana Morgade, y que recuperó el pasado verano de la mano de Lorena Castell, con idéntico resultado: bluf de audiencia.

Además, La 1 también ha pagado una importante cantidad de euros por coproducir junto a The Pool espacios como La Noche D, que presentaba el actor Dani Rovira, y que pasaba con más pena que gloria por el prime time de la cadena del pirulí.

Ahora el Portal de Transparencia de RTVE nos deja otra joya: en el año 2023 la productora de la docuserie de Sánchez recibía la enorme cantidad de 3.5 millones de euros (dinero público) para poner en marcha otro programa ruinoso y que, además, salpica también a la sanchista Silvia Intxaurrondo, el perejil en todas las salsas en TVE, ya que está al frente de El mejor de la historia, que podría rozar el dudoso honor de el peor estreno de la historia de la cadena pública.

Un programa que ahora ha tocado a su fin y que ha registrado unas cifras de share escandalosamente bajas.

El formato prometía porque en muchos países de nuestro entorno se había convertido en un filón de audiencia. Éxito tras éxito hasta caer en manos de TVE y de su ahora ex director de Contenidos, José Pablo López. La pifia no ha podido ser peor: El mejor de la historia e Intxaurrondo ha promediado con una cuota de pantalla del 5% y 463.000 espectadores en los cuatro primeros programas que se han emitido en el prime time de los viernes, con un dato mínimo de 3,3% de share y 373.000 espectadores.

Fuentes sindicales han asegurado en exclusivo a ESdiario que "estos tres millones y medio corresponde al ejercicio de 2023 pero que a finales de 2024 se RTVE le pagará otro importante monto económico a la productora".

Despidos, sanchismo y derroche en TVE

A todo ello se suma, tal y como les contábamos en ESdiario, el lío interno que hay montado en la dirección de RTVE que ha terminado con el despido en primer lugar del director de Contenidos Generales de TVE, José Pablo López y posteriormente el de la propia ejecutora, la ex presidenta Elena Sánchez que también se veía de patitas en la calle tras el explosivo Consejo de RTVE.

Lo vivido, este pasado martes 26 en la televisión pública fue esperpéntico. El Consejo de RTVE estallaba. Después de cesar a López, se cobraba la cabeza de su presidenta interina.

La intención ahora es que los ocho miembros restantes del órgano rector de la televisión pública se mantengan en él y opten a una presidencia será rotatoria.

Antes Elena Sánchez cesaba fulminantemente al director de Contenidos Generales de TVE, José Pablo López, el hombre fuerte de La Moncloa en la televisión pública.

La decisión se tomaba con los votos a favor de la propia presidenta Elena Sánchez junto a los tres consejeros del PP (Jenaro Castro, Carmen Sastre y Consuelo Aparicio) y a uno de los dos consejeros de Unidas Podemos (José Manuel Martín Medem).

Ahora el futuro es incierto. Fuentes cercanas a RTVE aseguran a ESdiario que La Moncloa quiere recuperar a José Pablo López y que sea el nuevo presidente. Otras fuentes, sin embargo, ya sitúan a López en Mediaset España. Lo único cierto ahora es que Pedro Sánchez deja una televisión pública auténticamente putrefacta.