Alsina desmonta el teatrillo de Sánchez y la ridícula estrategia del PSOE

Para alivio de “despachos de ministerios, sedes del PSOE y redacciones de medios afines” Pedro Sánchez anunció finalmente que se quedaba. Así ha comenzado su monólogo de este martes Carlos Alsina en Más de uno en una jornada en la que todavía se analiza lo sucedido durante los últimos días. Desde el día de la carta del presidente, pasando por el fin de semana con el socialismo gritando a los cuatro vientos a Sánchez que aguantase, hasta la declaración institucional que acabó de rematar el esperpento.

El presentador de Onda Cero ha querido poner el foco en la estrategia del PSOE en este fin de semana en el que su amado líder reflexionaba desde Moncloa si seguía ocupando esa misma estancia o tiraba la toalla. Finalmente, con lo que le gusta el poder a Sánchez, acabó eligiendo la primera. Todo ello después de un fin de semana en el que desde su partido pidieron salir a la calle para luchar contra las “terribles injusticias” que está sufriendo el presidente y su familia.

Sin embargo, tal y como ha expresado Alsina en su monólogo, la sociedad en shock saliendo a la calle que esperaban desde el PSOE se quedó en 12.000 militantes socialistas en Ferraz. “No hubo conmoción nacional, el personal hizo vida corriente el fin de semana en la seguridad de que nada grave pasaba. Y por ahí renquea todo el relato”, explica un Alsina que no ha dudado en volver a dejar por los suelos el teatrillo de Pedro Sánchez y la estrategia de un PSOE a la deriva.

Y es que, para el periodista de Onda Cero, "le falló al diseño presidencial la movilización masiva con la que contaba y que nunca se produjo". "La sociedad en shock ante un presidente desfondado por la máquina del fango saldría a las calles a hacer suya la denuncia provocando un terremoto social, una catarsis, un punto y aparte”, afirma Alsina. Sin embargo y como decimos, nada más lejos de la realidad. Estrategia fallida y ridículo que al día siguiente acabaría rematando Sánchez con su declaración institucional.

Sánchez disuadido de dimitir al ver que el país se levantaba para protestar a su lado contra el fango. El país no se levantó y por eso le ha quedado regulero atribuir a esa movilización el aval que requería para quedarse y liderar la purificación de España

Para Alsina, se trataba de una operación política, “calculada y tácticamente ejecutada”, que, a la vista está, no salió como se esperaba: “Lo prueba la teatralidad de la comparecencia de ayer, en plasma y sin preguntas (marca de la casa), difiriendo artificialmente el anuncio, pausa dramática de por medio, hasta el minuto seis de una declaración de diez minutos”.

Para acabar, el director de Más de uno tiene claro que otra prueba fue “el afán de prolongar ficticiamente el suspense cuando el discurso -éste no lo escribió sólo él- llevaba horas escrito y ensayado”. De nuevo otro teatrillo más de un Sánchez al que se le acaba el crédito y que parece que no se cansa de dejar mal a España a nivel internacional. Y es que lo sucedido estos días nunca se ha visto en un país al que se le presupone un nivel alto como al nuestro a nivel político.