La tarta definitiva para Halloween: el cerebro de The Walking Dead
Lo mejor no es el aspecto tan logrado que tiene, lo mejor es lo increíblemente fácil que es su procedimiento. Ojo. Fácil pero laborioso. Si lo que queremos es sorprender, merece la pena.
Ingredientes:
Además de fondant y mermelada de frambuesa roja concentrada para la decoración, necesitaremos un bizcocho Red Velvet. Si no nos queremos complicar mucho con la elaboración de la tarta, podemos acudir a una tienda de repostería americana especializada o a la sección de repostería de los grandes supermercados y comprar un paquete de preparado para Red Velvet, acelerar el proceso y abaratar el coste.
Elaboración:
Una vez tengamos el bizcocho a temperatura ambiente, lo colocaremos sobre una superficie y con un cuchillo afilado comenzaremos a tallarlo para darle la forma básica del cerebro.
A continuación, cubriremos la superficie con una primera capa de buttercream y lo llevamos a enfriar a la nevera hasta que endurezca un poco al tacto. Repetiremos el proceso una vez más y procedemos con el fondant*.
*Con el fondant sucede lo mismo que con el bizcocho, casi nunca se elabora el fondant de manera casera, pues además de tiempo, resulta más caro que comprarlo en tiendas especializadas. Pregunta por la marca que más se llevan y no tendrás problemas.
El color carne o beige del cerebro lo conseguiremos tiñendo fondant blanco con unas gotas de colorante alimenticio amarillo y un poco de colorante negro (un poco sólo, no nos vayamos a pasar). Después de amasarlo un buen rato, se elaboran rollitos de unos 20-30 cm que se irán enrollando de manera improvisada en el bizcocho, dando la forma rugosa que conforman los lóbulos del cerebro.
Por último, cogemos una brocha y pringamos concienzúdamente con mermelada cada centímetro de la superficie de nuestra tarta, haciendo hincapié en cada hueco que veamos, especialmente, la división central.
¡El resultado es para morirse!