Cómo hacer el gin-tonic perfecto con los trucos que utilizan los expertos
¿Te apetece celebrar por todo lo alto el Día Internacional de este combinado de moda? Aquí tienes algunas propuestas de lo más original para sorprender a tus amigos. Brinda con nosotros.
Considerada una bebida premium en el sector, este combinado vive a día de hoy una de sus épocas más gloriosas de todos los tiempos a pesar de que en sus orígenes la devoción de sus creadores fue tal que la glorificaron por sus propiedades curativas. A nuestros días la sencilla mezcla ha llegado transformada en objeto de culto.
La India, cuna británica del gin-tonic
La historia de la ginebra y la tónica se remonta hasta 1870 cuando la producción de jarabes medicinales de la familia anglosajona liderada por Johann Jacob Schweppe se disparó en Londres. El fundador de la marca que más sabe de tónicas, Schweppes, añadió quinina en la soda carbonatada de naranja para producir agua de tónica, una bebida refrescante que además neutralizaba el paludismo. Las tropas británicas desplazadas a la India no tardaron en aficionarse, por necesidad más que por hedonismo, a este nuevo producto que les mantenía alejados de la malaria. Para mejorar su sabor, un tanto amargo, decidieron añadirle unas gotas de otro elixir con propiedades curativas: la ginebra.
Una combinación mágica que mantiene tu gin siempre a cinco grados
Para algunos expertos, elegir una gin de gran calidad es clave si queremos que nuestro cóctel nos eleve de un sorbo al séptimo cielo. Aunque para otros, como el chef Fernando Limón, los hielos fabricados con tónica marcan la auténtica diferencia. En su restaurante madrileño, La Sopa Boba, son expertos en esta nueva técnica que incluye también infusiones para dar un sabor diferente. Té de frutos rojos con enebro y hoja de lima Kéfir, té verde al limón con cítricos y enebro o una base de aleta de pez globo con toques yodados son los acompañamientos que, en una cantidad mínima, añaden al gin y al tonic para hacer de la mezcla algo especial.
Mucho más floral, por aquello de la primavera, es la propuesta que incluye canela de Ceylán en rama y aceites esenciales de naranja para acompañar la tónica de azahar y lavanda que, a su paso por el enebro, deja una sensación de frescor vegetal en la boca.
Una combinación mucho menos frondosa, pero igual de refrescante, es la formada por las hojas de albahaca fresca y un twist de limón de Valencia. O, también, la que utiliza regaliz, limón deshidratado y un dash de bitter de cilantro para potenciar el sabor de las ginebras más especiadas.
La que más nos llama la atención es sin duda la que se prepara con la tónica de pimienta rosa que expone en el mercado la casa Schweppes. Su punto picante conjugado con semillas de cardamomo y aceites esenciales de lima genera un microclima en la copa que evita que la mezcla supere los 5ºC a pesar del abundante hielo.
Puede parecer increíble, pero quienes la han probado aseguran, no solo que es cierto, sino que la sensación es totalmente irreverente.
De cualquier forma, si eres un novato y todavía estás en el nivel cero lo mejor es que empieces con un gin-tonic de los de toda la vida. Aquí te dejamos este vídeo para que practiques: