Bajas en grasas y ricas en hidratos: las castañas ayudan al organismo
El consumo de este alimento aporta gran cantidad de beneficios para la salud que seguro que te harán pasar un mejor otoño.
Recoger castañas es una estampa muy otoñal.
Cada año, con el frío, llegan las castañas, un alimento que aparte de estar buenísimo, tiene un montón de propiedades que merece la pena conocer.
Para empezar, es muy rica en porteínas, fibra y carbohidratos de absorción lenta que son los que el organismo va absorbiendo poco a poco provocando una sensación de saciedad que las hace ideales para cualquier dieta de adelgazamiento. Pero además, son muy ricas en taninos, que son unos compuestos astringentes y antiinflamatorios, muy útiles para prevenir las diarreas y las gastroenteritis.
También destacan por su gran contenido en vitaminas del grupo B (B1, B3 y B9), que reducen las consecuencias del otoño como el cansancio o la apatía; además la B2 favorece el cuidado de la piel. Por otro lado, su aporte en potasio ayuda a controlar la retención de líquidos y regula la hipertensión, mientras que su contenido en hierro ayuda a prevenir la anemia y los dolores de cabeza asociados a este problema.
Su altísimo contenido en hidratos de carbono consiguió salvar de la desnutrición a muchas familias con escasez de recursos durante la posguerra. A día de hoy es considerado uno de los alimentos otoñales más completos, pero hay que tener en cuenta que su consumo puede provocar molestias intestinales o gases. Evitar este problema es muy sencillo, simplemente se deben almacenar durante al menos 1o días después de su recogida para que el almidón que contienen se transforme en azúcares.