Celebra con un cava mallorquín de viñas viejas o un elegante tempranillo
Tutum Ba es un original cava de viñas viejas de dos zonas geográficas diferentes: Penedès y Conca de Barberà. Con la misma elegancia Finca Monasterio huye de tópicos con una nueva añada.
Con las navidades a la vuelta de la esquina y las cenas sociales llenando la agenda, proponemos dos vinos con los que sorprender a vuestros comensales. Como es habitual en las creaciones de la bodega Terra de Falanis, la autenticidad y la sensibilidad son ejes fundamentales de sus vinos. Tutum Ba, su nuevo cava, es un vino de variedades autóctonas, pureza en su elaboración, mediterraneidad y una gran sensibilidad en todos sus matices.
Está elaborado con tres variedades diferentes de dos zonas geográficas: la xarel.lo de viñas viejas del Penedès, y la macabeu y parellada de viñas a más de 600 metros de altitud en la Conca de Barberà. Vinificadas por separado antes de la segunda fermentación en botella se realiza el coupage y tras la champanización mediante el método tradicional, se somete a envejecimiento dentro de la propia botella (tiraje) durante 22 meses.
Tutum Ba es un vino sutil, elegante, nítido y puro. Cuenta con aromas a flores blancas, y toques de frutos secos. Su burbuja es pequeña y de rosario continuo, características básicas de los grandes cavas. En boca es fino, elegante, con una gran acidez que compensa su potente estructura y con un final salino propio de los vinos mediterráneos. La etiqueta es obra de Pere Joan, dibujante y guionista mallorquín, quien ha querido expresar en Tutum Ba la fuerza, la pureza y la sensibilidad de un vino con alma. Su precio en bodega es de 13 euros.
La nueva añada 2014 de Finca Monasterio de Barón de Ley es producto de 2 años de espera, y representa la elegancia del tempranillo. Es un vino hecho en el viñedo, dejando todo el protagonismo a la propia esencia del vino: la uva. Este Rioja de “alta expresión” es pura elegancia, mineralidad, y autenticidad. Finca Monasterio 2014 está elaborado con la variedad tempranillo mayoritariamente procedente del viñedo del Monasterio Benedictino que la bodega posee y que fue plantado en 1985, seña de su calidad.
Tras pasar 18 meses en barricas nuevas de roble francés de varias tonelerías, posteriormente se ha criado 6 meses en “foudres” de 10.000 litros de roble francés y depósito, para ensamblar las notas frutales con la madera. El resultado es un vino de intenso color cereza. En nariz dominan aromas a fruta en mermelada y a maderas con recuerdos a vainilla, coco, lácticos, cacao y especies. En boca cuenta con una gran estructura, sabroso, expresivo, equilibrado y muy elegante. Su precio en bodega es de 19 euros.