5 recetas sanas y sencillas para llevar en tupper al trabajo
Si te has quedado sin ideas sobre qué comer esta semana te proponemos una lista con nuestras cinco preparaciones básicas. No te fallarán.
Y para mañana, ¿qué preparo? Esa es la pregunta que nos invade cada noche cuando tenemos por obligación o rutina comer fuera de casa de lunes a viernes. Lo mejor para no terminar comiendo siempre lo mismo es hacer una buena planificación con recetas nutritivas y saludables que te aseguren una dieta equilibrada.
Alimentos que no pringuen, que conserven su sabor y textura y que además de puedan recalentar. Una misión casi imposible que nosotros te ponemos más fácil con estas ideas.
1. Pasta integral con setas
Ingredientes:
Pasta integral, setas, perejil, un diente de ajo, aceite de oliva y sal, queso parmesano.
Elaboración:
Pon a hervir agua en una cazuela y échale sal. Cuando hierva añade la pasta y deja que se cueza durante unos 7 u 8 minutos.
Mientras se cuece fríe un diente ajo partido en láminas en una sartén. Antes de que se dore añade las setas y un poco de sal. Saltea con el perejil picado y reserva para después.
Escurre la pasta y mezcla con las setas ya preparadas. Decora con el queso parmesano rallado y un chorrito de aceite para que la pasta esté más sabrosa.
2. Espaguetis de calabacín con tomate
Ingredientes:
2 calabacines, 4 tomates secos, 4 o 5 tomates cherrys, 100 gramos de cebolla picada, 1 diente de ajo pelado, 1 cucharada de levadura de cerveza, 1 cucharada de aceite virgen extra, media taza de zumo de limón, sal.
Elaboración:
Usa un rallador de hortalizas para conseguir que el calabacín tenga forma de fideos largos y finos. También puedes utilizar un cuchillo muy afilado pero recuerda que las tiras tendrán que ser especialmente finas.
Utiliza una batidora para crear una salsa de tomate mezclando el resto de alimentos.
El plato puede servir tanto frío como caliente y acompañado por una guarnición de aguacate o setas. Nuestra recomendación es que viertas la salsa sobre los espaguetis de calabacín justo antes de consumirla para que estos no suelten el agua y el plato se convierta en una auténtica sopa de tomate.
3. Ensalada campera
Ingredientes:
4 hojas de lechuga, 1 zanahoria, maíz, 2 tomates, 1/2 cebolla, aceitunas negra, 2 patatas cocidas, pasas, nueces, cuadraditos de pan tostado y un chorrito de aceite de oliva.
Elaboración:
Se cuecen las patatas con piel durante unos 10 minutos hasta que estén blandas y se dejan enfriar.
Se pela y pica en trocitos medianos la lechuga, la zanahoria, los tomates y la media cebolla.
Una vez frías, se pelan las patatas y se parten en cuadrados. Se mezclan todos los ingredientes poniendo especial atención en dejar los cuadraditos de pan tostado para el final. La mejor recomendación es que no añadas el chorrito de aceite de oliva hasta que lo vayas a consumir. Así te ahorrarás disgustos si se abre el tupper por el camino y el pan se mantendrá crujiente.
4. Empanadillas de mozzarella, tomate y pesto
Pueden comerse tanto frías como calientes y sacian. Tampoco necesitan frío para su conservación por eso son perfectas si tienes que comer fuera.
Ingredientes:
1 paquete de obleas, 1 huevo batido, 2 bolas de queso mozzarella, 2 tomates, 4 cucharadas soperas de salsa pesto.
Elaboración:
Se separan las obleas y sobre una superficie dura se untan de salsa pesto en el centro.
Se cortan los tomates en rodajas gruesas y el queso en gajos de un tamaño similar.
Se coloca media rodaja de tomate y un gajo de queso en el centro de cada oblea encima del pesto.
Se humedecen los bordes con agua y se recurre a un tenedor para cerrarlas con consistencia. Se pinta la superficie con el huevo batido, se colocan en una bandeja forrada con papel vegetal o de horno y se meten al horno precalentado a 180º. En unos 10 0 15 minutos estarán listas. Solo tendrás que comprobar que hayan quedado doradas.
5. Pechuga de pollo al limón
Ingredientes:
Pechuga de pollo cortada en filetes, hierbas aromáticas al gusto, 1/2 limón y 1 cuchara sopera de aceite de oliva.
Elaboración:
En un plato sopero se colocan los filetes de pollo y se esparcen las hierbas aromáticas. Se rocía todo con el zumo del limón y se deja macerar la mezcla durante una media hora antes de cocinarlo.
Se escurren los filetes con papel absorbente y se colocan en una bandera para horno sobre una cama de aceite. Para que quede más jugoso podemos rociar el zumo sobrante del limón sobre los filetes.
Precalentamos el horno a unos 160º y cocinamos durante unos 20 minutos teniendo cuidado de que no se seque demasiado.
Lo mejor es no triturar las hierbas aromáticas que han quedado por si queremos realizar un acompañamiento. Así serán más fáciles de apartar si a alguien no le gustan.