Coctelería japonesa, una tendencia imparable
El sake, el umeshu, los whiskys japoneses, el té matcha, el jengibre… Los productos nipones protagonizan las creaciones más novedosas de los grandes bartenders del momento.
La influencia japonesa en la cultura occidental es un fenómeno imparable que, si bien conquistó el mundo de la gastronomía hace ya varios años, ahora hace lo propio con el de la mixología. Los sabores intensos y la impecable estética de los productos del ‘país del sol naciente’ brillan ahora mismo con luz propia en las mejores barras de coctelería de toda Europa.
¿Los protagonistas? El sake –bebida alcohólica procedente de la fermentación del arroz–, el umeshu –licor agridulce de ciruelas–, los whiskys japoneses –que se posicionan a la altura de los escoceses–, el jengibre, el té matcha, las flores de cerezo, etc. Singulares ingredientes que condensan siglos de historia, al igual que las proverbiales normas de cortesía que rigen el ritual de servicio nipón, siempre en busca de la armonía y el respeto al cliente, y que ahora se trasladan al ámbito de la coctelería contemporánea.
En este marco, Schweppes se posiciona con dos de sus referencias, Schweppes Tónica & Matcha y Ginger Ale & Jengibre Intenso, perfectas para dar forma a los cócteles de inspiración nipona más atrevidos y sofisticados. El equipo de Schweppes Mixing Masters –un dream team de embajadores de la marca, formado actualmente por algunos de los mejores cocteleros del país– ha diseñado estos tragos que se adscriben a esta japo-tendencia.
Tradición y refinamiento
La integrante femenina de este grupo es la ‘barmaid’ guipuzcoana Nagore Arregui, finalista en el Concurso World Class Competition 2015 y head bartender de Urrechu Velázquez, quien ha elaborado dos cócteles viajeros y muy especiales con Schweppes Tónica & Matcha como ingrediente principal: un sabor hasta ahora inédito en el mundo del mixer, delicado y sutil, con un intenso aroma a té verde, recuerdos herbáceos a clorofila y un punto cítrico, con la perfecta burbuja de la marca y una gran versatilidad. Una nueva tónica para cuyo diseño el equipo creativo de la marca ha viajado a Kioto –una ciudad que rezuma serenidad, elegancia y sutileza– en busca de inspiración.
El primer cóctel se denomina Karensasui («jardín zen») e incluye umeshu de sisha (el tradicional licor japonés de ciruela), hoja de lima kéfir y un licuado de salicornia, más un beso de azúcar de jengibre. El segundo, bautizado como Mix Soup, está inspirado en el té matcha y se presenta en un cuenco tradicional japonés, como los que se utilizan en la milenaria ceremonia del té. Pero no se trata de una bebida caliente, sino de un refrescante cóctel con Schweppes Tónica & Matcha. Otro protagonista de la mezcla es el tequila blanco, que se mezcla con una pasta de miso picante y se lleva a punto de nieve (mediante la técnica de hielo seco). Estos elementos “flotan” en la Schweppes Tónica & Matcha, como lo harían los elementos sólidos de una “humeante sopa de miso”, hasta que alcanzan la misma temperatura, se vuelven líquidos y se disuelven.
El barcelonés Marc Álvarez, ex bar manager del grupo elBarri y fundador de Drink’s Atelier, es la última incorporación al equipo de Mixing Masters de Schweppes –que se completa con los bartenders Diego Cabrera, Alberto Pizarro, Sergio Padilla, Borja Cortina–. Álvarez ha diseñado otro cóctel exclusivo con Schweppes Tónica & Matcha: su nombre es Gurin y lleva sake, sochu (un destilado típico japonés), licor de ciruela umeshu, zumo de lima, sirope de jengibre y polvos de té matcha, y va decorado con bambú. Una combinación muy refrescante en la que se aprecian las notas ligeramente marinas y herbáceas de esta variedad de té junto con toques cítricos y un aroma final a jengibre.
Otra de las referencias más rompedoras de su gama premium es Schweppes Ginger Ale & Jengibre intenso. Con su riqueza en matices y su inconfundible color dorado, evoca lejanos atardeceres y la atmósfera misteriosa que encierran los mercados callejeros asiáticos, con su olor a hierbas y especias. El mixer destaca por las notas picantes y frescas del jengibre salvaje, siendo ideal para dar vida, luz y frescura a cualquier tipo de whisky, desde los más suaves hasta los más potentes. Álvarez ha diseñado el cóctel Daga, con base de Ginger Ale & Jengibre Intenso: una exótica mezcla de tequila, bitter de ruibarbo, lima, salvia fresca, flor de paniculata y un top de café que resulta fresco, ligeramente picante y con un intenso post-gusto a jengibre y café. Por su parte, Arregui ha creado el llamado Tatin a mi manera, un sorprendente combinado con Schweppes Ginger Ale & Jengibre Intenso, whisky Suntory, flor de saúco, zumo de limón y puré de manzana asada y caramelizada.