Sigo diciendo que nos dará muchas alegrías: Omar Malpartida y su flamante LUMA
Persigo a este maduro joven, Omar Malpartida, desde hace años, me parecece un portento como chef empresario y, como decía El Príncipe, Joaquín Merino, lleno de talento.
Omar Malpartida en la entrevista en su nuevo Luma,
Nunca defrauda, siempre en constante movimiento positivo, es un auténtico Indiana Jones rescatador del "natural geographic" de la investigación antropológica de los productos, gastronomía y cocina de Perú.
Creo que es el chef peruano (hay grandes en España que triunfan, pero son más cocineros en si) más vitalista, interesante y creativo del Perú y tenemos la suerte de tenerlo en casa, a 50 metros de la madrileñísima Puerta de Alcalá. Omar escribe día a día, parte de la historia coquinaria viva de su país.
LUMA es su cuarta apuesta en nuestra capital (después de Tiradito, Chambi y M Barra), todos abiertos en el último lustro y a través de ellos ha enseñado a miles de ciudadanos a comer "bien peruano", cada uno en su gama y perfil de público.
En este nuevo, LUMA, Omar, da el gran salto no solo como cocinero si no también profesional y personal (es propietario personal mayoritario) en una apuesta que le permita dar lo ya conocido y desarrollar en el interior un verdadero comedor privado gourmet donde expondrá sus creaciones más singuares.
Sobre el local, ofertas, expectativas y más hablaremos, seguramente en otoño. Tiempo será de ello. Cuando se consolide, poco a poco, su mayestática y singular oferta múltiple que estimo le convertirán en uno de los lugares más apetecibles, chic-cool y favoritos de los foodies, conocedores y gastŕónomos impenitentes de la Villa y Corte.
Disfrute total en el mantel, cocina naturalizada, exquisitez artesanal, sinfonías novedosas de sabores, texturas aromas, colores en un rosario geográfico de lo que "conoce" el chef, no todo peruano, pero muy étnico, diferente y sorprendente.
Solo para verdaderos sibaritas de todo lo anterior, aquellos que quieren viajar sensorialmente hacia destinos ignotos.
Para gastrónomos valientes.
Un gran servicio, con una joven sumiller de impulso, ilusión, escuela y ejecución, la extremeña Maria Torrecillas, acompañada de un buen profesional, de Ciudad Real, Javier Alfaro, ex Quique Acosta.
La bodega cuenta con unas 90 referencias muy atractivas de nuevos y modernos vinos con preferencia en blancos y espumosos.
Nosotros tomamos un champagne de pequeño productor, un blanc de noirs, pinot noir, grand crû, estupendo que armonizó genial con la miscelánea de platos, por sugerencia de Torrecillas, en carta a 65 €.
Confort moderno, alrededor de una barra que pretende ser una de las más potentes de Madrid.
Todo cuidado, excelente café a elegir procedencia en infusión.
Elegante, moderna en su sobriedad, la decoración. Fresca, luz natural, materiales nobles, mesas funcionales. Cristalería fina y moderna. Cubertería y Vajilla totalmente espectaculares.
Menú medio 55 (muy completo y satisfactorio) menú largo 70 (para comensales gourmands muy voraces), sin bebida. No puede ser barato, imposible, pero vale con creces lo que cuesta, ahora si su bolsillo lo tolera o quiere darse un homenaje es un buen lugar para ello.
Bueno, si le gusta lo anteriormente descrito, si puede, confía en mi y le apetece no lo dude. Es el momento de conocer una futura Gran Casa.
Seguiremos hablando, hoy ¡¡ Chapeau !!.
LUMA
Valenzuela, 7.
Tl. 910691205
28014 Madrid.
Metro Retiro (salida Claudio Coello)