7 aceites tan saludables como el de oliva
Apúntatelos si viajas al extranjero y no lo encuentras, o si simplemente quieres experimentar con nuevos sabores
Tanto para cocinar como en crudo, el aceite de oliva es un ingrediente que no debe faltar en nuestra dieta pues nos aporta vitamina E con efecto antioxidante y evita la formación de colesterol en nuestras arterias, entre otros beneficios. No obstante, últimamente ha proliferado el uso de otros aceites que también son buenos para nuestro organismo como el de girasol, el de coco o el de sésamo. A continuación te hablamos de algunos.
Girasol-
Es una excelente fuente de grasas cardiosaludables y tiene un alto contenido en vitamina E. Al contrario de lo que se hace habitualmente, es mejor utilizarlo en crudo que para cocinar pues así se mantienen sus propiedades.
Coco-
Puede considerarse un superalimento. Su combinación única de ácidos grasos de cadena media puede producir muchos beneficios para la salud como la mejora de la función cerebral o la pérdida de peso.
Sésamo-
También conocido como aceite de ajonjolí y muy extendido en Asia, tiene un sabor muy especial, una textura suave y cuenta con gran cantidad de ácidos grasos esenciales como el omega 3 y el 6.
Germen de trigo-
Se le considera la fuente más importante de vitamina E y además contiene minerales, carbohidratos y proteínas de fácil asimilación, así como pequeñas cantidades de ácidos grasos omega 3 y 6.
Soja-
Tiene muchos beneficios para el organismo como la protección del sistema cardiovascular y el nervioso, disminuye el colesterol malo, contrarresta los efectos de la menopausia, protege las membranas de las células y se digiere mejor que el de oliva.
Lino-
Este aceite contiene ácido alfa linoleico, un tipo de ácido graso poliinsaturado del grupo de los Omega 3 que es difícil conseguir en alimentos al margen del pescado, por lo que resulta ideal para vegetarianos.
Aguacate-
Es uno de los mejores para freír por su alto punto de temperatura. Sin embargo, cuenta con gran cantidad de grasas omega 6 poliinsaturadas que, en exceso, pueden causar inflamación.