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La Primera, aire del cantábrico a cualquier hora

El restaurante más céntrico del grupo Cañadío apuesta por los desayunos al tiempo que se consolida como una de las propuestas más serias y cosmopolitas de la Gran Vía madrileña.

La Primera, aire del cantábrico a cualquier hora

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El cuarto y, de momento, último restaurante de Grupo Cañadío en Madrid, es también el único que se ubica fuera del barrio de Salamanca. Puesto en marcha por los cántabros Paco Quirós y Carlos Crespo en 2016, su nombre hace referencia a la playa primera del Sardinero y, también, a su privilegiada ubicación en el número uno de la Gran Vía, concretamente en el emblemático edificio Grassy, que fue proyectado en 1916 por el arquitecto Eladio Laredo, también santanderino, casualmente.

Así, La Primera cumple ahora tres años de vida en un momento histórico para la conocida avenida madrileña, que, tras su ampliación, ha tomado impulso como uno de los más importantes ejes comerciales de la ciudad. En este escenario, son cada vez más los madrileños y turistas que encuentran en La Primera una propuesta gastronómica de calidad, que responde a los gustos y a las tendencias actuales, sin tener que alejarse de la zona.

Su concepto sigue la fórmula de un modelo de negocio, el de Grupo Cañadío, que se erige por encima de las modas: sencillez, calidad y regularidad, oferta reconocible y sujeta a un buen producto. Crespo, quien se asoció a Quirós en 2013 para crecer juntos en el ruedo madrileño, asegura que «el éxito se lee en la subjetividad de lo que cada uno entiende por rico y por buena localización; la hostelería actual es muy heterogénea y cada restaurante tiene un modelo distinto para satisfacer distintas necesidades y deseos de un cliente cada vez más polarizado y conocedor».

Así, aunque La Primera cuenta con una personalidad propia, al igual que el resto de locales del grupo, no descuida sus orígenes ni el denominador común a todos ellos: una cocina del norte, clásica y estacional, pero que rompe las fronteras del tipismo cántabro y siempre sorprende con un toque de sofisticación. Algunos de los platos que incorpora su carta son ya un emblema de la casa madre, como por ejemplo las rabas de Santander, los buñuelos de bacalao Cañadío o las patatas rellenas de estofado de rabo. Cuenta también con otras propuestas muy apetecibles para el público internacional que frecuenta la zona: las croquetas de lacón y huevo cocido, la ensaladilla rusa, las anchoas de Santoña 3/8 con pimientos asados o la lasaña de boloñesa con crujiente de parmesano.

En la carta también hay apartados para las verduras (destacando la menestra con jamón), los platos con huevos (rotos con picadillo de Potes o los ‘Parada en Landa’, en homenaje al mítico restaurante burgalés Landa), arroces y pastas, grandes pescados (como la merluza de Rula o a la meunière 1981) y carnes (cordero al horno deshuesado con patatas panadera, jarrete de cerdo, callos a la Montañesa, etc.). En cuanto a los postres, imposible no mencionar la tarta de queso recién hecha que tanta fama le ha dado al grupo. Elaborada dos veces al día, una por servicio, y presentada sin confituras ni aderezo, es un claro ejemplo de tesón y búsqueda de la excelencia.

La Primera abre desde la hora del desayuno con cuatro fórmulas que, bajo el nombre de los distintos restaurantes de Grupo Cañadío, han sido diseñadas para empezar el día con fuerzas y vistas a la Gran Vía: el Cañadío (3,80 €) incluye café, panecillo o croissant, mientras que el combo La Maruca (4,80 €) ofrece, además del café, una tosta vegetal completa, con el aguacate como ingrediente estrella. Por el mismo precio, La Bien Aparecida incorpora café, yogur natural con muesli o cereales, y fruta. En último lugar, el desayuno más completo lo compone La Primera (5,10 €) con café, fruta, tortilla de patata —con bonito o mayonesa— y huevos (fritos o revueltos con bacon o con paletilla ibérica). Cada uno de estos combos, además, pueden personalizarse al gusto con distintos suplementos o completarse con zumo natural y huevos fritos o revueltos.

La Primera, Gran Vía, 1. Madrid. Precio medio: 40 euros. Teléfono: 91 052 06 20.