¡Receta!: Tarta Pavlova para mamá
Nada mejor que regalarle un dulce pecado
Ligeramente crujiente por fuera y exageradamente cremosa por dentro, así es la tarta Pavlova, una de los dulces más espectaculares y apetecibles del mundo.
Cuenta la leyenda que su nombre se debe a la carismática bailarina rusa Anna Pavlova. Uno de los chef del hotel donde se hospedaba la artista en una de sus giras por Australia y Nueva Zelanda creó este postre en su honor.
Al día de hoy no sé sabe muy bien y todavía se disputan cual de los dos países fue el verdadero artífice de éste dulce pecado. Australia, lo tiene muy claro, ¡fueron ellos! y ellos se han ocupado de rendirle todos los homenajes posibles a este perfecto e impecable crujiente elaborado con un dulce merengue relleno de nata y vestido con los mejores frutos silvestres.
Dificultad: Media
Tiempo de preparación:3h más 12h para enfriar el merengue
Ingredientes para 4 personas
-4 claras de huevo a temperatura ambiente
-azúcar glass al gusto
-1 cucharada de almidón de maíz
-1 cucharada de jugo de limón
-1 cucharada y media de extracto de vainill
Para la crema:
100 ml de nata muy fría
Azúcar glass al gusto
Para Topping / decoración:
Fruta fresca (arándanos, moras, frambuesas, kiwi, fresas etc.)
Hojas de menta para decorar
Precalentar el horno a 120º
Pasos:
1- Empieza por preparar el merengue el día anterior: bate las claras de huevo con unas varillas y cuando comience a estar firme incorpora poco a poco el azúcar hasta encontrar el punto de dulzor que más te guste. Después añade el jugo de limón, la esencia de vainilla y el almidón de maíz. Sigue batiendo hasta conseguir un merengue suave, muy firme y brillante.
2- Cubre una bandeja con papel sulfurizado, pinta un circulo del diámetro que quieres la tarta y da la vuelta al papel para que la pintura no esté contacto con el merengue.
3- Vuelca y expande poco a poco el merengue en el círculo dibujado.
4- Con ayuda de una espátula presiona suavemente y extiende de dentro hacia los bordes haciendo círculos y alisando por los lados. Haz un hueco en el medio para luego añadir la nata montada.
5- Para que te quede una tarta mucho más bonita decora todo el borde de la tarta con la punta de la espátula en movimientos de abajo hacia arriba dejando que terminen en pequeños piquitos.
6- Introduce el merengue en el horno precalentado a 120º sin aire con calor arriba y abajo durante 1 hora. Sin abrir en ningún momento la puerta, baja la temperatura a 100º y deja 1 hora y cuarto más. Apaga la temperatura y deja que enfríe dentro del horno con la puerta abierta durante toda la noche.
Te quedará un color vainilla con un exterior firme y delicado.
7- Ahora vamos a montar la nata: En un bol vierte la nata fría y bate con unas varillas hasta que comience a espesar. Ahora añade poco a poco el azúcar glass al gusto sin dejar de batir y hasta conseguir una textura firme.
8- Rellena el merengue con la nata. –recuerda que el merengue ha de estar completamente frío-
9- Adorna con las frutas silvestres y termina tu tarta aplastando unas frambuesas en un colador para separar las semillas y obtener así un delicioso coulis que dejarás caer como pequeños ríos rojos.
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