Patatas griegas que entusiasman a pequeños y mayores
Un alimento nutritivo con cantidades significativas de fibra, potasio y vitaminas,
Existen mil razones para preparar estas patatas griegas y todas son buenas, desde que estamos cocinando un alimento nutritivo con cantidades significativas de fibra, potasio y vitaminas, hasta que es una de las comidas que más entusiasma a los más pequeños y por supuesto, a los mayores.
Estás patatas griegas se cocinan en el horno con una mezcla de zumo de limón, caldo de ave, sal, orégano, pimienta y por supuesto, aceite de oliva, por lo que nos evitamos el engorro de tener que freírlas en la sartén y estar pendiente de ellas en todo momento. Pero no creas que el resultado van a ser unas patatas húmedas bailando en una salsa, ¡para nada!, todos estos deliciosos jugos de los que te hablo se van a evaporar lentamente, no sin antes dejar a todas las patatas bien impregnadas de delicados aromas y sabores.
Además, en los últimos minutos de horneado se consigue una textura de lo más apetecible: un exterior dorado y crujiente, con un interior suave muy cremoso, que junto a unas perfectas chispas de sal nos va a despertar el paladar para ofrecernos una nueva forma de comer patatas.
Dificultad: Baja
Tiempo de preparación: 70 minutos
Ingredientes para 4 personas
4 patatas medianas
2 limones
50 ml de aceite de oliva
150 ml de caldo de ave
10 dientes de ajo
½ cucharada de orégano seco
pimienta
sal
perejil
Precalentar el horno a 180º
1.- Pela, lava y corta las patatas procurando que todos tengan el mismo tamaño.
2.- En un recipiente vierte el zumo de limón, el aceite de oliva, el caldo de ave o en su defecto de verduras, el orégano, la sal y la pimienta. Bate con unas varillas para combinar todos los ingredientes.
3.- Derrama la mezcla anterior sobre las patatas, agrega los dientes de ajo enteros sin pelar y mezcla suavemente. Cubre con papel de aluminio e introduce en el horno precalentado a 180º durante 50-60 minutos o hasta que estén tiernas.
4.- Pasado el tiempo saca la fuente el horno, retira el papel de aluminio y gíralas delicadamente para que no se rompan. Regresa de nuevo al horno, pero esta vez sin cubrir, por 15 minutos más o hasta observar que están ligeramente doradas y gran parte de los líquidos hayan desaparecido.
5.- Deja caer por toda la superficie una lluvia de ralladura de limón y perejil fresco picadito.
Crujientes por fuera y deliciosamente cremosas por dentro.